El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, considera que «sería bueno» que Junts pel Sí (JxSí) y la CUP llegasen a un acuerdo sobre la cuestión de confianza antes de la Diada del 11 de septiembre, para dar «tranquilidad» a los catalanes y evitar el riesgo de una negociación «a última hora».
Según ha afirmado Tardà en declaraciones a la Agencia Efe, la cuestión de confianza a la que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se someterá el 28 de septiembre no debería ser un obstáculo para poder culminar la legislatura habiendo cumplido la hoja de ruta soberanista.
«Estoy convencido -ha señalado- de que JxSí y la CUP no únicamente serán responsables sino que estarán a la altura de este momento histórico y, de hecho, sólo contemplo un escenario de acuerdos y de consolidación de las alianzas, porque, si no fuese así, es evidente que las fuerzas soberanistas habrían fracasado y eso la ciudadanía no lo perdonaría nunca». «En todo caso -ha recalcado- estoy seguro de que ambas fuerzas harán lo necesario» para que el presidente Puigdemont y su gobierno superen la cuestión de confianza, lo que no quita «la necesidad de negociar».
Antes de la Diada
Para Tardà, «sería bueno» que el acuerdo entre JxSí y la CUP se alcanzase antes de la Diada, tanto para dar tranquilidad a los catalanes, como para evitar los riesgos inherentes a unas negociaciones «in extremis» a las puertas del 28 de septiembre.
No se ha pronunciado, sin embargo, sobre los motivos por los cuales dos semanas después de que la CUP pidiera formalmente una reunión urgente con Puigdemont esta aún no haya tenido lugar. «Lo desconozco -ha admitido-, pero en cualquier caso lo importante es que el proceso llegue a buen puerto, y no sólo porque proclamar la república emana del derecho que tiene toda nación, sino porque es urgente disponer de un nuevo Estado para encarar los retos del siglo XXI».
Sobre la posibilidad de prever un referéndum unilateral de independencia, Tardà ha indicado que «el proceso es dialéctico, intervienen muchos factores y algunos no son previsibles, con lo cual es susceptible de ser modificado». «Ahora bien, -ha matizado- cualquier modificación de la hoja de ruta es legítima siempre que no se acuerde en los despachos sino en el Parlament», es decir, «puede ser cambiada, pero quien la modifique debe ser el Parlament delante de la ciudadanía».
Efe