El PSOE respeta que Ciudadanos negocie ahora con el PP, pero no entiende la laxitud de Albert Rivera con Mariano Rajoy a la hora de fijar una fecha de investidura mientras este “se toma unas vacaciones”. “Llama la atención que Rivera no sea tan duro con Rajoy y le exija una fecha de investidura”, explican fuentes socialistas.
Ese margen temporal es el que, justamente, PP y Ciudadanos se han dado para tratar de atraerse a Sánchez “algo que no va a pasar”, según fuentes de Ferraz. Para los socialistas, el debate de investidura debería producirse cuanto antes y considerarían “un escándalo de gran magnitud” que Rajoy no acudiese al Parlamento antes de las elecciones gallegas y vascas, una opción que han barajado los 'populares' ante un posible pacto técnico con el PNV. Sin embargo, parece que los de Rivera tratarán de forzar un debate entre la última semana de agosto y la primera de septiembre.
Dentro del PSOE, no ha habido sorpresas con la posición que ha adoptado Ciudadanos. Los socialistas daban por hecho que Rivera “iba a ceder” ante Rajoy. “Tienen muchas presiones”, afirma la misma fuente, “muchas más que nosotros”. “Lo normal era que terminaran cediendo y estábamos seguros de que así sería”, sentencian.
Sin embargo, el portavoz socialista en el Senado, Óscar López, ha afeado a la formación de Rivera que Ciudadanos quiera crear una comisión para investigar las responsabilidades políticas sobre la financiación del PP y «con la otra mano» pretenda investir al presidente de esta formación. Además, López tampoco entiende que los de Rivera pongan como condiciones al PP medidas que saldrían adelante con el apoyo de otros partidos, como la creación de la mencionada comisión o la supresión de los aforamientos.
No se mueven del ‘no’
Mientras, la postura del PSOE continúa inamovible. El ‘no’ a Mariano Rajoy que marca la dirección de Pedro Sánchez está respaldada por “el sentir mayoritario del partido”, que no quiere que los socialistas apoyen al presidente de Gobierno en funciones. “No hay nadie a favor de apoyar a Rajoy”, pese a las declaraciones públicas de los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. “Van en contra de lo que quieren las bases y el partido”, sentencia la misma fuente interna.
El PSOE quiere que la presión se centre en el candidato designado por el rey y se aparten los focos de Sánchez que, remarcan, “no está de vacaciones”, pese a las imágenes difundidas del líder del partido en una playa de Almería. “Pedro está yendo y viniendo, pero continúa trabajando”, aseguran desde Ferraz.
Tranquilidad interna
De momento, la estrategia de mantener la negativa al PP “está reforzando mucho el liderazgo de Pedro Sánchez” entre las bases socialistas, explican fuentes cercanas al secretario general, que se apoyan también en los datos del CIS para defender la postura que mantienen desde el mismo 27 de junio. Una situación que, además, favorece que no se abran las luchas internas preconizadas desde hace meses, en especial con la líder socialista andaluza, que no acaba de ver el momento de hincarle el diente a la Secretaría General socialista.
Los de Sánchez dan por hecho que Susana Díaz no se atreverá a disputar el liderazgo del partido “pese a lo que pueda parecer desde fuera del PSOE”. “Es una situación complicada para ella. No está en condiciones de disputar el liderazgo”, explican fuentes cercanas al líder. “Tiene mucho que perder”, sentencian. Desde Ferraz confían en que Pedro Sánchez no tendrá a nadie enfrente y presumen de la unidad del partido en torno a la negativa a Rajoy.
Sin embargo, no hay pistas sobre lo que puede ocurrir si Rajoy no consigue los apoyos para la investidura. No hay fisuras en la Ejecutiva para saber cuál será la postura de los socialistas si, como piden González, Zapatero y otros ‘barones’, se permite gobernar a Rajoy o intentan formar el “gobierno alternativo” que pide Podemos. “Nos plantearemos lo que hacemos al día siguiente de que Rajoy no consiga ser investido”, insisten los socialistas.
Paula Pérez Cava