La plataforma Airbnb se ha desmarcado del grupo de 'anfitriones' que anima a «sabotear» al Ayuntamiento de Barcelona en su cruzada contra las viviendas de uso turístico ilegales, instando a los propietarios a «inundar» el consistorio con denuncias falsas de pisos no legalizados.
La plataforma de economía colaborativa asegura que no tiene «nada que ver» con los panfletos que han colgado algunos propietarios de pisos turísticos criticando la web que ha habilitado el consistorio para que los ciudadanos puedan consultar las viviendas que tienen licencia e informar de la existencia de posibles irregularidades.
«Airbnb no comparte este tipo de mensajes y métodos, sino que siempre ha apostado por el diálogo institucional», ha declarado a Efe un portavoz de la compañía, que ha añadido: «Nos desmarcamos absolutamente, no es nuestra forma de actuar».
La Asociación de Vecinos y Anfitriones de Barcelona (ViA), que representa a barceloneses que comparten sus hogares con viajeros, también se ha desvinculado de esta iniciativa, de la que no comparte «ni el tono ni la forma», pese a creer que el Ayuntamiento ha puesto en marcha algunas acciones «desmesuradas».
«En ViA tenemos formas de proceder razonables, democráticas y respetuosas sin perder la fuerza en la lucha y teniendo claro nuestro objetivo», asegura en un mensaje que ha publicado en la red social Facebook, en la que deja claro que la entidad no acepta como socios a propietarios de pisos turísticos ilegales.
El origen de estas discrepancias ha sido la decisión de algunos 'anfitriones' de Airbnb de colgar carteles en diferentes puntos de la ciudad emplazando a otros propietarios a interponer denuncias falsas ante el Ayuntamiento para «inhabilitar el sistema de delación promovido por el consistorio» y defenderse así de su «injerencia», después de que el consistorio haya puesto en marcha un plan de choque para luchar contra la actividad sumergida que representan los pisos turísticos ilegales.
Uno de los propietarios firmantes ha explicado a Efe que se han colgado copias de esta carta por algunos de los barrios más turísticos de Barcelona, como el Gótico y el Raval, y en calles de gran afluencia de transeúntes como Portaferrissa, Avinyó o del Pi.