Diana López-Pinel y Juan Carlos Quer, padres de la joven madrileña desaparecida el pasado día 22, han apelado este miércoles a la colaboración ciudadana, porque cualquier dato puede ser «vital»·
La joven de 18 años, Diana María Quer, desapareció este lunes después de asistir a la fiesta del Carmen dos Pincheiros, en Cabío-O Xobre (municipio de A Pobra do Caramiñal, A Coruña), donde veranea desde hace quince años, ha explicado su madre.
Diana había quedado con unas amigas y «todo transcurrió de forma completamente normal hasta que en un momento determinado» se perdió el contacto con ella, quizá al quedarse sin batería en su móvil, ha explicado López-Pinel.
A las ocho y media de la mañana del lunes fue cuando la madre se percató de que no había regresado a casa y llamó a la Guardia Civil de Boiro, el puesto más cercano, además de interponer una denuncia.
«Entonces, ha dicho, ya se empezó a mover toda la maquinaria de búsqueda y de difusión, están haciendo una labor enorme, y el pueblo se está volcando muchísimo».
Esta es la razón, ha añadido, por la que no comprende cómo habiendo una romería y conociendo a la niña desde pequeña, «nadie pueda facilitar datos». «Cualquier cosa que puedan aportar para nosotros es vital y superimportante. Que piensen que esto le podría pasar a la hija de cualquier persona. Estamos viviendo una situación muy delicada, cualquier detalle, aunque sean habladurías, que nos la transmitan», ha reclamado.
En el mismo sentido, el padre de Diana pide que todas las personas que estuvieran por la zona informen si observaron algo, dado que «por pequeña que les parezca la referencia, si pueden aportar algo de luz, será relevante para poder esclarecer todo este asunto».
«Es mi hija, pero podría ser la de cualquiera. Esto necesita una solución. La Policía Judicial está trabajando bien. Solo pediría la mayor cantidad de recursos posibles porque si no se esclarece de inmediato…«, ocurre «lo que todos conocemos».
Ha insistido en apelar a la colaboración ciudadana, «por muy pequeña que pueda ser la aportación», y ha confesado que, aunque se trabaja en varias hipótesis, la que él baraja por el perfil de Diana, es la de una «retención ilegal».
Los investigadores, han contado sus padres, están estudiando todos los detalles a su alcance, entre ellos unos mensajes que la joven envió a un amigo de Madrid cuando regresaba de madrugada a casa, en los que le contaba que había visto a alguien que no le gustaba nada y que se estaba preocupando.
La madre ha explicado que cuando su hija volvía sola, acostumbraba a llamarla para que la recogiera, así que esta vez pudo quedarse sin batería en el móvil y quizá echó a andar en solitario el kilómetro de distancia que hay desde donde se despidió de sus compañeras hasta su casa.
Los negocios hosteleros de este municipio han colgado una fotografía con la imagen de Diana. Mide 1,75, tiene el pelo largo, liso y moreno; los ojos oscuros y pesa 55 kilos. La última vez que fue vista llevaba un pantalón corto rosa, camiseta blanca, sudadera y zapatillas negras con cordones.
Redacción