viernes, septiembre 20, 2024
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El mundo taurino llora la pérdida de Julen Madina

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El pasado 25 de agosto, un hombre de mediana era ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Donostia con claros síntomas de ahogamientos y con múltiples traumatismos craneoencefálicos. El hombre resultó ser Julen Madina, un histórico corredor de los encierros de San Fermín con más de 30 años de experiencia en Pamplona. Al final, el mozo no ha logrado superar las graves heridas sufridas en la cabeza y ha fallecido en el hospital donostiarra a los 61 años de edad. Las redes sociales no han tardado en reaccionar y en mostrar sus condolencias a la familia del guipuzcoano, un hombre muy querido dentro del mundo de los festejos taurino. 

El corredor no ha dejado de luchar ni un sólo instante por su vida. De hecho, Madina ha logrado mantener un hilo esperanza durante los más de cinco días que ha permanecido en la Unidad de Cuidados Intensivos, pero la realidad es que los médicos no han podido hacer nada por él. La mortalidad de los golpes sufridos por una ola que le arrastró hacia unas rocas en la playa de la Zurriola han acabado finalmente con su vida.

La familia y amigos del corredor han querido agradecer las numerosas muestras cariño mostrado por multitud de personas que han estado cerca en estos momentos tan duros. «En este agradecimiento, no queremos olvidarnos de los grandes profesionales que lo han atendido y la delicadeza y cariño mostrados en su atención», han señalado sus allegados.

Por su parte, las redes sociales han convertido el nombre del corredor en 'trending topic' durante varias horas de la tarde, en un claro gesto de cariño a un mozo que era muy querido entre sus compañeros. 

— Ibon Perez TV ® ™ (@ibonpereztv) 30 de agosto de 2016

Madina anunció su retirada de los encierros de San Fermín en 2011, pero su amor por la adrenalina lo hizo volver en varias ocasiones a la calle Estafeta, lugar donde esperaba la llegada de la manada. Aunque ha sufrido varios percances a lo largo de su carrera, sólo uno estuvo a punto de acabar con su vida. Fue el 12 de julio de 1994, en el encierro de Jandilla, cuando un toro lo empitonó en cinco ocasiones en el callejón de acceso a la plaza.

«Afortunadamente salí bien de aquello y aun estando en el hospital sabía que al año siguiente correría, que un toro no me iba a sacar de las calles. Fue un año duro pero el 7 de Julio del 2005 a las 8 de la mañana, venciendo a mis miedos, a mi físico y a todos los agoreros, corrí de nuevo con buenas sensaciones», recordó entonces Madina. 

Más de 30 años sorteando las astas de los toros y una ola se ha llevado a uno de los corredores que más controversia y simpatía ha despertado entre sus compañeros. Su corpulencia, su fama de empujar a los demás corredores y el hecho de no ser navarro crearon controversia en el resto de mozos cuando con 17 años corrió su primer encierro. Al final, su nobleza, su buen hacer y su férrea lucha por mantener la tradición de la festividad lograron conquistar a los pamplonicas. Ahora, con 61 años de edad Madina deja huérfano un pedacito de la calle Estafeta.

Carlos Lospitao

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