“¿Es posible dejar atrás la homosexualidad? Si quieres dar el paso, puedes”. Así, con este controvertido reclamo, se presenta la página web de Elena Lorenzo, una 'coach' y terapeuta especializada en orientación sexual que ofrece tratamientos para ‘curar’ la homosexualidad, o para dejarla atrás, como reza eufemísticamente en la citada web.
El mensaje homófobo que implican las técnicas de la autodenominada terapeuta no ha pasado inadvertido para la asociación Arcópoli, que la ha denunciado en virtud de la recientemente aprobada Ley contra la LGTBfobia de la Comunidad de Madrid. Lorenzo y otros muchos que han prometido lo mismo antes que ella desoyen por razones ideológicas o lucrativas el consenso existente desde hace más de dos décadas en la comunidad científica, médica y psicológica de que la homosexualidad no es una enfermedad y por tanto no puede ‘curarse’ ni tampoco es una elección. Porque lo único que tiene cura es la homofobia.
“Realmente si no hubiera descubierto la terapia, no sé qué sería de mi vida ahora mismo”, asegura Nacho, de 25 años, uno de los ‘testimonios’ anónimos que recoge esta web que desde 2014 ofrece pretende revertir la homosexualidad. También se encuentra el de Alejandro, de 40 años, que asegura se «sentía mal y con asco por hacer algo contra natura». O Emma, de 27 años, que considera que su lesbianismo “corregido” se debía a que lo que no encontraba dentro de ella lo “mendigaba en otras mujeres”.
Estos son solo algunos ejemplos de los «irresponsables testimonios no comprobables», según denuncia Arcópoli, que reúne Elena Lorenzo en su web desde que en mayo de 2014 comenzara a ofrecer terapias de cambio para “dejar atrás” la homosexualidad. “Los resultados son positivos y duraderos; ahora viven la vida que han escogido vivir”, señala la polémica 'coach', que también apunta a que esta orientación sexual es fruto de traumas o malas experiencias del pasado, ya que sostiene que “todos nacemos heterosexuales».
Sin formación
Ni ha estudiado psicología ni tiene ninguna otra titulación oficial. Lorenzo se presenta como 'coach' (entrenadora) profesional y únicamente posee un título certificado por la escuela de coaching Lider-Haz-Go. No ha sido la primera en vender una ‘curación’ de la homosexualidad, muchos lo hicieron en épocas en las que esta orientación sexual estaba considerada como una enfermedad y se trataba a través de métodos como por ejemplo la lobotomía o las terapias de electroshock.
En la actualidad, el pseudoterapeuta más conocido que presume de convertir a personas gays en heterosexuales es el estadounidense Richard Cohen. Todos ellos han dado la espalda a dos aspectos fundamentales sobre los que ya no hay debate en la comunidad médica y científica. El primero es que la homosexualidad no puede ser curada porque no es una enfermedad, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la excluyó en 1990 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades. Y la segunda es que tampoco es una elección y, por tanto, no puede ser modificada con terapias.
Rubén López, vocal de Delitos de Odio de Arcópoli, la asociación que ha denunciado la web de esta 'coach' ante la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, muestra con “sorpresa y estupor” a Estrella Digital que en pleno siglo XXI existan este tipo de ofertas. “Lorenzo habla de cerrar algunas heridas y dejar atrás la homosexualidad. No es más que un juego de palabras para corregir, sanar, cambiar o como queramos llamarlo la orientación sexual, siempre casualmente desde la homosexualidad a la heterosexualidad, nunca al revés”, subraya.
Daño irreparable
Lo peligroso de estas pseudoterapias es el mensaje que transmiten. La Asociación Mundial de Psiquiatría se posiciona en contra de estas técnicas reparadoras de la homosexualidad y las define como “poco éticas y perjudiciales”. Ninguna de ellas está avalada por estudios científicos contrastados y eficaces y pueden provocar perniciosos efectos psicológicos en las personas que se someten a ellas: ansiedad, depresión o un comportamiento autodestructivo, al tiempo que fomentan la homofobia. En este sentido, Rubén López asegura que el discurso de odio que encierran estos tratamientos “es muy dañino” para sus destinatarios, ya que culpabilizan a quien tiene esa orientación sexual, haciéndole sentir responsable de que es algo que él mismo ha elegido.
“Es una lucha contra lo imposible”, asegura el presidente de la FELGTB, Jesús Generelo, el cual tiene muy claro que «el daño causado por estos pseudoprofesionales es en muchas ocasiones irreparable» y deja a las personas que se ponen en manos de estas terapias de reconversión, con una frustración aun mayor, traumas de todo tipo y diversas secuelas psicológicas para el resto de sus vidas.
El caso de la polémica web de Lorenzo ha podido ser denunciado gracias a que el Gobierno de Cristina Cifuentes, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, aprobó el pasado 14 de julio la Ley contra la LGTBfobia. Esta norma penaliza con una sanción muy grave, de hasta 45.000 euros, el ofrecimiento de terapias para revertir la homosexualidad. “Por suerte en Madrid tenemos esta ley y hechos tan lamentables como este podemos denunciarlos, si hubiera ocurrido en Cuenca por ejemplo hubiera sido imposible. Por ello, es necesaria la puesta en marcha de una ley estatal contra la LGTBfobia que reclamamos todas las asociaciones”, apunta López.
En un momento en que se están disparando las agresiones homófobas en España -sólo en Madrid se registra una cada dos días-, las asociaciones LGTB no están dispuestas a permitir la existencia de webs que difundan el discurso del odio. “Estos mensajes hacen mucho daño al colectivo, sobre todo a muchos adolescentes que sufren acoso y que a lo único que les conduce es a culpabilizarse aún más. Estamos empezando a recuperar nuestra dignidad con leyes que reconocen nuestros derechos, pero este discurso del odio de que ‘eres maricón porque quieres’ no cesa y en muchas ocasiones acaba trasladándose a la calle en forma de agresiones homófobas. Hay que pararlo”, concluye tajante Rubén López.
Samuel Jiménez