Los vecinos del barrio de Sevilla Este, situado en la parte oriental de la ciudad andaluza, están en pie de guerra. El pasado 26 de agosto, un solar localizado en la zona y donde pretenden construir una gran mezquita amaneció repleto de huesos de jamón. Con esta acción pretenden manifestar su malestar por la posibilidad de que se pueda edificar en sus terrenos un templo musulmán. De hecho, existe una página en Facebook llamada ‘Stop Mezquita de Sevilla’ que intenta torpedear el comienzo de las obras.
El megaproyecto es idea de la Comunidad Islámica Ishbilia que afirma que se realizaría una inversión de más de 60 millones de euros. Además, defienden que la obra generaría hasta un total de 5.000 puestos de trabajo en una de las zonas más afectadas por el paro de Sevilla. Detrás de la gran inyección económica está un grupo de donantes de los Emiratos Árabes, que también pretenden construir un gran centro comercial en los terrenos anexos a la mezquita, al más puro estilo Dubai Mall, según reconoce la propia comunidad islámica.
Inversiones y puestos de trabajo aparte, la realidad es que la idea no ha sentado bien entre los vecinos de Sevilla Este que con la plantación de huesos de jamón en la parcela donde se ubicaría la mezquita pretenden ahuyentar a la comunidad musulmana de sus terrenos. La foto que tanta polémica ha levantado en las redes sociales ha sido publicada por la página de Facebook ‘Stop Mezquita de Sevilla’. La imagen, en la que se pueden contabilizar hasta un total de tres patas de jamón, se ha convertido en un fenómeno viral y cuenta ya con más de 1.300 compartidos, sólo en dicha red social.
Cabe recordar que en Sevilla están abiertas ocho mezquitas (registradas oficialmente) para una población aproximada de casi 30.000 musulmanes. Locales y naves industriales son los recintos ocupados para el rezo diario. La construcción de esta gran mezquita resolvería un problema histórico de la comunidad musulmana que viene reclamando un espacio mayor donde aglutinar sus actividades como el estudio, la convivencia con la población general o la atención a niños y ancianos.
Carlos Lospitao