El balance oficial de este incendio ha cifrado la superficie forestal quemada en 1.845,02 hectáreas, de las que 396,60 eran arbolado, otras 954,37, matorral y las 494,05 hectáreas restantes, pastizal.
El plan Infoca ha explicado en un comunicado que la sequía acumulada en los últimos meses, una baja humedad relativa en la vegetación y «la capacidad de convección de una especie como el eucalipto, que arde con gran facilidad y provoca múltiples focos secundarios mediante la emisión de pavesas, condicionaron de forma negativa las operaciones de extinción».
Las pesquisas realizadas por la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) apuntan a que este incendio fue intencionado, ya que, al menos, fueron dos los focos que lo originaron.
Para atender este incendio, el Infoca desplegó a 362 efectivos, que trabajaron con temperaturas superiores a los 40 grados, y se activaron 20 medios aéreos durante las dos jornadas que duraron las tareas de extinción, incluidas siete aeronaves del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).
También se emplearon para afrontar en este siniestro diez vehículos pesados, dos Unidades Móviles de Meteorológica y Transmisiones (UMMT) -una del Magrama- una Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (Unasif), y la Unidad Médica (UMIF), según el comunicado.
Este incendio fue declarado nivel 1 del Plan de Emergencia por Incendios Forestales en su fase provincial y obligó al desalojo de un centenar de personas, para lo cual se movilizaron una decena de agentes y técnicos de Emergencias Andalucía (112, Grupo de Emergencias de Andalucía -GREA- y Protección Civil); el Jefe de Servicio de Protección Civil y un asesor de Emergencias, así como agentes de la Guardia Civil, Policía Autonómica y Policía Local y efectivos de bomberos
Redacción