La burundanga es la sustancia perfecta para los agresores. Un alucinógeno que ocasiona una sumisión total de la voluntad del individuo, que permite al delincuente llegar a hacer con la víctima lo que se desee sin que ésta tenga luego recuerdo alguno. Actualmente se utiliza para cometer delitos tales como robos, secuestros y delitos sexuales. En España ya se ha confirmado de forma oficial el primer caso de intoxicación con este estupefaciente.
Según cuenta Félix Méndez, Inspector Jefe de la brigada central de estupefacientes en España, la burundanga, que parte de la escopolamina, es un alucinógeno y principalmente sale de unos materiales vegetales, de unas plantas de Colombia, Chile y Brasil. En estos países se utiliza mucho para robar. “Una persona intoxicada con burundanga es capaz de entregar una tarjeta de crédito a un delincuente, sacar dinero del cajero, dárselo y no enterarse de nada de lo que ha pasado” explica.
La problemática de esta droga es que no está sometida a fiscalización, como por ejemplo la cocaína. Para perseguir su utilización hay que hacerlo como un delito contra la salud pública, pero nunca como tráfico de drogas, ya que no está considerada legalmente como tal. A pesar de que esta droga se utiliza para delinquir, está al alcance de todos ya que se comercializa por internet. Méndez informa que en España tiene una incidencia muy escasa o nula, y que el caso de la mujer intoxicada por burundanga en Palma de Mallorca ha sido el primero que se ha certificado en el territorio español.
Sumisión probada en España
Un estudio ha confirmado el primer caso de intoxicación con burundanga en España, concretamente en Palma de Mallorca. Una mujer de 36 años ingresó en el Hospital Universitario de Son Espases en la primavera de este año, estaba “obnubilada y confusa, con discurso incoherente, pupilas midriáticas (muy dilatadas), visión borrosa e inestabilidad de la marcha” según un informe publicado por la revista especializada ‘Medicina Clínica’ y que recoge 'El País'.
Una amiga que acompañó a la víctima hasta el servicio de Urgencias del hospital balear informó al personal sanitario de la sospecha de que el exmarido de la afectada le había echado “algún fármaco en la bebida”. En los primeros análisis de orina de la paciente no había rastro de las drogas más habituales incluidas en el protocolo de sumisión química. Fue cuando la unidad de toxicología comenzó a realizar todo tipo de pruebas, que finalmente dieron positivo en escopolamina. El ex-marido reconoció ante la policía haberle suministrado a escondidas esta sustancia, que había comprado por internet.
“No tenemos constancia de ningún otro caso como este en la literatura científica”, explica en el citado informe Bernardino Barceló, jefe de la Unidad de Toxicología de Son Espases. “La detección ha sido en parte posible gracias a la técnica especial de espectrometría, que es cara y requiere profesionales formados. Y no está disponible en la práctica totalidad de hospitales españoles” explica.
Eliminada de forma rápida del organismo
Andrés Santiago, jefe de Medicina Legal del hospital Clínico San Carlos en Madrid, explica que la burundanga es una droga complicada porque desaparece muy rápido del cuerpo, es por eso que “hay que tener cierta celeridad a la hora de hacer la determinación”. “Es un problema de tiempo, fundamentalmente. El que está intoxicado si no se hace las pruebas de orina o sangre de forma rápida, no somos capaces de detectarlo” añade.
Desde Sanidad se está trabajando para no alarmar a la sociedad. Han editado una guía de sumisión química para centros hospitalarios, intentan marcar unos indicadores que permitan sospechar la intoxicación química pero no se centran únicamente en la escopolamina. Santiago relata que “Las intoxicaciones son más frecuentes por otro tipo de fármacos, por lo menos es lo que estamos detectando”.
Beatriz Jiménez