La estatua de Cristóbal Colón en la que acaban las tradicionales Ramblas de Barcelona seguirá señalando a América desde su lugar de siempre, pese a la petición del grupo municipal de la CUP-Capgirem de quitarla, ya que el resto de partidos presentes en el consistorio no están de acuerdo.
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha asegurado hoy que la retirada de la estatua de Cristóbal Colón, como ha propuesto el grupo CUP-Capgirem, «no forma parte de las intervenciones que el gobierno (municipal) tiene previstas».
Sin embargo, Pisarello ha considerado «legítimo» el debate alrededor de dicha propuesta, con ocasión del 12 de octubre, fecha en la que se conmemora el descubrimiento de América.
«El gobierno y la alcaldesa hemos hecho consideraciones muy críticas sobre las connotaciones colonialistas que existen alrededor del 12 de octubre, pero quitar la estatua de Colón no forma parte del tipo de intervenciones que tenemos previstas», ha remarcado Pisarello.
El primer teniente de alcalde ha anticipado que el Ayuntamiento sí planea «una intervención» sobre la estatua del marqués de Comillas, Antonio López, que se dedicó al trafico de esclavos, al inicio de la Via Laietana en Barcelona.
«Aquí el gobierno sí tiene pensado hacer una intervención para poder explicar críticamente lo que significan este tipo de monumentos y conseguir recuperar buena parte de la memoria abolicionista en Barcelona», ha detallado Pisarello.
El grupo CUP-Capgirem ha anunciado que propondrá en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona retirar la estatua de Colón y la del Marqués de Comillas, así como las banderas españolas de los edificios municipales.
La formación anticapitalista propone que la famosa estatua del descubridor de América situada en lo alto del mirador de Colón, entre la Rambla y el puerto de Barcelona, sea sustituida por una obra alegórica de la resistencia de los pueblos indígenas y de los esclavos, y la del marqués de Comillas por un monumento a las víctimas de la esclavitud.
Los grupos de CiU, ERC y C's en el Ayuntamiento de Barcelona también se han manifestado hoy en contra de la propuesta de la CUP.
El portavoz del grupo municipal de CiU, Joaquim Forn, ha opinado que la iniciativa de la CUP «está fuera de lugar» y ha afirmado que «la ciudad tiene otros problemas y con iniciativas como éstas se da una imagen de frivolidad».
Forn ha reprochado a la CUP que menos de una semana después de permitir la exhibición en la vía pública de estatuas de Franco ahora quieran quitar la de Colón, y ha llamado a «vigilar qué revisión de la historia hacemos porque podemos acabar cargándonos muchas cosas».
En esta línea se ha posicionado también la líder del grupo municipal de C's, Carina Mejías, que ha calificado de «ridícula y absurda» la iniciativa de «demoler uno de los monumentos más emblemáticos de Barcelona» y ha pedido a la CUP que «no intente imponer su ideología por encima de la historia, las tradiciones y las costumbres de la ciudad».
Por su parte, el portavoz de ERC, Jordi Coronas, ha asegurado que pese a estar «muy de acuerdo con la esencia de la propuesta», la estatua de Colón «forma parte de un conjunto de elementos de finales del siglo XIX, como el Arco del Triunfo o elementos del Parque de la Ciutadella«.
Por este motivo, ha indicado que Esquerra negociará con la CUP una propuesta para que se haga «un estudio histórico de la iconografía que acompaña a la base del monumento», pero sin retirar la estatua.
El más irónico con la propuesta de la formación anticapitalista ha sido el presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, que ha dicho: «a la CUP solo le falta pedir la reconversión de la estatua de Colón por una de Kim Jong-Un (líder norcoreano) señalando a Ítaca».
«Lo próximo que pida la CUP puede ser desde borrar las pinturas de Sert en el Salón de Crónicas del Ayuntamiento hasta derribar la Sagrada Familia apelando a la laicidad de Barcelona», ha ironizado Fernández Díaz en una rueda de prensa.
Efe