Los críticos del PSOE con la gestión de Pedro Sánchez ya tienen claros los próximos pasos que la formación tendrá que dar para evitar las terceras elecciones. A diferencia del actual secretario general socialista, que este martes ya admitía públicamente que prefería unas terceras elecciones a un Gobierno de Rajoy, el sector crítico de su partido ya se ha marcado un objetivo prioritario: evitar una nueva convocatoria electoral, y más aún después de los últimos resultados obtenidos en Galicia y el País Vasco, devastadores para los socialistas, que no hacen nada más que revalidar sus peores resultados. “No habrá nuevas elecciones”, aseguran las fuentes consultadas.
Para lograrlo, los críticos ya se han marcado varias metas. «Tumbar» la convocatoria de las nuevas primarias y el Congreso Federal. Forzar su dimisión. Instaurar una gestora. Y planificar una estrategia para conseguir que la actual legislatura arranque sin necesidad de que el desbloqueo pase por el PSOE. «No es verdad que los críticos defendamos la abstención», aseguran las mismas fuentes, que ven en el apoyo del PNV a Mariano Rajoy la solución y lucharán por ella.
Aunque la primera y más importante meta tendrá lugar este sábado en el Comité Federal: “Tumbar” la propuesta del secretario general del PSOE en el Comité Federal. Es decir, los críticos tratarán por todos los medios de evitar la convocatoria del 39º Congreso Federal (aplazado desde abril), con la elección, mediante primarias, del secretario general el 23 de octubre. Necesitan una mayoría simple.
Hay quien piensa que la correlación de fuerzas actualmente en el Comité Federal está muy equilibrada. Tanto es así que los dos bandos se ven con opciones de ganar. Pedro Sánchez ya aseguró este lunes, tras la Ejecutiva Federal, que lograría convocar el Congreso. Y los críticos también se ven con opciones de “tumbar” la propuesta, claro que también son conscientes de que en este tipo de cónclaves puede existir la sorpresa. “Con seguridad no hay nada en este partido, pero yo creo que estamos 60-40 a nuestro favor”, advierten los críticos a Estrella Digital.
De hecho, el Comité Federal está formado por unos 300 miembros y podrían votar de forma secreta, lo que aumentaría aún más el misterio sobre el resultado final. Ahora bien, ¿qué pasará después de esta votación? Esta es actualmente una de las principales incógnitas. Pedro Sánchez ha asegurado este martes que no dimitirá si pierde la votación. Y en principio tampoco le podrían echar mediante una moción de censura. La reunión del sábado tiene carácter extraordinario y un orden del día cerrado. Aunque los críticos no creen que llegue a ese extremo de tozudez. “Ese escenario no lo contemplamos. Da igual lo que haya dicho. Si pierde una votación de este tipo y se resiste sería patético y se le echaría todo el mundo encima”, advierten.
No obstante, si Sánchez se resistiera, los críticos ya barajan otras opciones. Como por ejemplo, la dimisión de la mitad más uno de la Ejecutiva Federal, que incluso se podría producir este miércoles. En estos momentos son 35 miembros, por lo que serían necesarias 18 dimisiones para forzar la caída del actual secretario general.
Tras la dimisión de Sánchez, el siguiente paso sería constituir una gestora hasta la celebración del próximo Congreso. Uno de los nombres que suenan con más fuerza para presidirla es el secretario general de la FSA-PSOE, Javier Fernández. “Sería un magnífico candidato”, dicen los críticos, aunque también reconocen que aún no hay ningún nombre confirmado.
El PNV, protagonista de la formación de gobierno
Y ya por último tocaría volver a encauzar las negociaciones para formar gobierno. El sector crítico, actualmente, tiene claras dos cosas: que no es posible articular una alternativa de Gobierno con 85 diputados, y menos aún con el apoyo de los nacionalistas e independentistas. Y en segundo lugar, que no habrá nuevas elecciones. «¿Por qué dicen reflexión cuando de lo que están hablando es de una abstención?», ha preguntado retóricamente este martes Pedro Sánchez. Un extremo que los críticos niegan rotundamente. “Mayoritariamente defendemos el no a Rajoy”, aseguran.
Pero sí tienen una propuesta para desbloquear la situación: “intentar convencer al PNV” de que apoye al Gobierno de Mariano Rajoy. Así, la legislatura arrancaría sin la intervención del PSOE, de tal forma que Podemos no le dispute el liderazgo de la oposición. Y los resultados obtenidos en el País Vasco podrían favorecer este escenario. A Urkullu le bastan sus 29 diputados para ser investido lehendakari, pero para gobernar a lo largo de la legislatura necesitará apoyos y ahí es donde el PSE y el PP podrían ser decisivos en cuestiones importantes. Si el “nuevo” PSOE lograra ganar esta batalla, a Rajoy aún le faltaría un apoyo que podría ser el de Nueva Canaria.
“No es verdad que los críticos defendamos la abstención. Esa es una dicotomía que Sánchez ha creado para ganar el voto de los militantes”, advierte el sector crítico, convencido de que si finalmente Sánchez se sale con la suya y este sábado se aprueba su calendario (primarias el 23 de octubre y Congreso a principios de diciembre), la guerra será encarnizada y el resultado incierto. Si Sánchez gana las primarias frente a Susana Díaz, que este martes ya ha insinuado que podría dar un paso al frente, tendrá toda la legitimidad para emprender las negociaciones que considere oportunas, incluido con los nacionalistas e independentistas.
Elsa S. Vejo