El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que el sábado votará en contra de la celebración de primarias y del Congreso Federal del PSOE en diciembre y ha pedido al líder de su partido, Pedro Sánchez, coherencia, al recordar que hace semanas, él mismo lo descartó.
En un desayuno informativo organizado por el digital «encastillalamancha.es», el también secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha ha declinado desvelar si pedirá la dimisión de Sánchez, pues esa opinión la dará «dentro de los órganos del partido y en el congreso cuando proceda» y sobre si apoyaría a la presidenta andaluza, Susana Díaz, se ha mostrado «contrario a que se hable de sillas o poltronas internas» cuando aún no hay gobierno en el país.
Por este motivo, ha explicado que personalmente no entiende «para nada el debate sobre la fecha del congreso» y ha admitido que se siente «personalmente engañado por Sánchez y por quienes, con él, hace unas semanas sostenían que no tenía que hablar la militancia, porque entonces era una indecencia convocar un congreso».
«¿Por qué eso era antes, hace una semana, por qué todos jugamos a moderar que no hubiera un congreso? ¿Por qué nos pidió el secretario general que no apoyáramos un congreso y hoy hace lo contrario?. Pido coherencia», ha reflexionado García-Page, que ha adelantado que él votará en contra de su celebración.
Y, además de votar en contra, pedirá «por favor que no se sientan insultados y despreciados los españoles, porque en la ansiedad que hay hoy en España, dijimos que era un atentado e incomprensible dedicarnos a los problemas internos, cuando se está pendiente por resolver el gobierno».
Asimismo, y ante el posible escenario de que los barones críticos presenten su dimisión si finalmente se convoca el Congreso Federal, ha asegurado: «Estoy dispuesto a no estar, no ser responsable por omisión de que el partido en el que creo se vaya por el precipicio».
En cualquier caso, ha confiado en que no se cree una gestora para hacerse cargo del partido.
Así, a pesar de haberse manifestado en contra de la convocatoria del congreso en diciembre, se ha mostrado «muy partidario de que hable la militancia» e incluso ha resaltado que «defendió que, siendo un proyecto de izquierdas, era posible pactar con Ciudadanos y el concepto de mestizaje» aunque no termina de entenderlo, según ha dicho.
Por otro lado, ha desvelado que cuando se celebraron las primarias en la que ganó Pedro Sánchez la Secretaría General del partido, éste le pidió que moviera sus «influencias» para ayudarle a ganar la votación y que él habló con «familiares, amigos y militantes».
«Me pidió que moviera mis influencias y ahora parece que esa influencia de los barones territoriales es nociva», ha lamentado García-Page, que ha sostenido que él, como dirigente territorial del partido, tiene responsabilidades en el partido y ha rechazado que haya quien plantee eso como «legítima defensa».
Asimismo, ha analizado su relación con Sánchez, quien «está viviendo una situación conflictiva», y ha afirmado: «En lo personal, no me he visto nunca insultado».
Sin embargo, ha defendido que en el partido, todos sus dirigentes tienen derecho a hablar» y ha reivindicado que «ha sido así desde siempre, cuando era secretario general Felipe González, Almunia, Zapatero, Rubalcaba», por lo que ha aconsejado que «no hay que ponerse nervioso».
Y sobre los posibles errores que ha podido cometer Sánchez, García-Page ha anunciado que contestará en público después de decirlo en el partido, pues no ha descartado pedir la palabra en el Comité Federal del sábado.