La puerta de la sede socialista de Ferraz se ha convertido esta mañana en el escenario de una batalla campal sin precedentes en la historia del PSOE. Órganos de dirección sin reconocerse entre sí, vetos en la entrada del edificio, cruce de declaraciones y ausencias llamativas. Tras la tromba de dimisiones en la Comisión Ejecutiva Federal, Pedro Sánchez, tal y como anunció ayer su ‘número 2’ César Luena, ha continuado con su plan y ha reunido a lo que queda de ella. Ha propuesto celebrar un congreso federal extraordinario entre los militantes el 23 de octubre, para elegir un nuevo secretario general y otra dirección, según ha informado Ferraz a través de un comunicado. Mientras, los críticos continúan ejerciendo presión para hacerle caer.
Las puertas de la sede permanecen blindadas para el sector crítico. Tan sólo han podido acceder al interior los fieles a Sánchez para asistir a la reunión convocada el miércoles por el secretario general. Pero ha habido dos ausencias y una de ellas clave. Por un lado, Eva Díaz Tezanos, vicepresidenta del Gobierno de Cantabria y por otro, Carmen Montón, amiga personal de Sánchez y consellera de Sanidad del Gobierno valenciano. Montón ha alegado que está “centrada en el trabajo ordinario” de la Generalitat. “Hay gente que es leal a Sánchez, pero sabe que se pueden estar equivocando”, apuntan fuentes socialistas a este diario.
Vetos en la entrada de Ferraz
Verónica Pérez, presidenta del Comité Federal del PSOE -máximo órgano del partido entre congreso y congreso- también ha acudido a las puertas de Ferraz para pedir la convocatoria de una reunión urgente de la Comisión de Garantías y Ética -compuesta por cinco miembros, tres de ellos del sector crítico- para que realice un informe que “arroje luz” ante la situación creada por la dimisión de diecisiete miembros de la ejecutiva. Dice que ahora es ella la “única autoridad del partido”. Sin embargo, nadie en la sede socialista ha querido atender su petición, según ha explicado Pérez a los periodistas en la entrada de la sede. Tras dos horas de espera en el vestíbulo, ha decidido marcharse. “Es demencial que no haya sido recibida y que no quieran llegar a un acuerdo”, dicen fuentes del sector crítico a este diario.
De hecho, Pérez no solo no ha sido recibida sino que además la Ejecutiva que encabeza Pedro Sánchez se ha negado a reconocer su cargo. Los afines a Sánchez sostienen que Pérez no puede arrogarse la presidencia del Comité Federal, al alegar que no es un cargo orgánico, sino que es elegido al comienzo de cada reunión del máximo órgano del partido, según fuentes de Ferraz. “Verónica Pérez no es presidenta del Comité Federal porque no existe esa figura”. Por el momento, Sánchez permanece atrincherado en Ferraz.
Marina García-Rico