La ‘Encuesta de anticoncepción en España 2016’ de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) ha revelado este viernes un estudio que refleja que las chicas españolas menores de 20 años se inician en el sexo a los 16 años, tres años antes que sus madres.
Además, el informe muestra que un 82,5% de las jóvenes utilizan en su primera relación anticonceptivos, frente al 66% de sus madres, en “su primera vez”. Sin embargo, se muestra que cuatro de cada diez mujeres no utiliza ningún medio anticonceptivo. No obstante, las mujeres en riesgo de embarazo no deseado suponen el 11% de todas las españolas en edad edad fértil.
Según José Vicente González, el presidente de la Fundación Española de Contracepción (FEC), esto es un dato positivo, ya que significa que las chicas no “son tan inconscientes como se puede pensar”.
El preservativo continúa siendo el método anticonceptivo más utilizado en España (28,4%), aunque casi un 80% lo utiliza mal o hace un uso inconsciente del mismo. A pesar de esto, los anticonceptivos hormonales (píldora, parche, DIU, anillo vaginal e implante) aumentan su uso en comparación con otros países de la Unión Europea. «Usamos mucho el condón pero suspendemos en su utilización», ha señalado el doctor Serrano en una rueda de prensa.
En la rueda de prensa que ha ofrecido la SEC, han afirmado que sigue existiendo un desconocimiento sobre los métodos anticonceptivos de larga duración (DIU e implante) mientras que un tercio de las mujeres encuestadas ha asegurado que ni su médico ni matrona le ha ofrecido en algún momento información sobre estos métodos.
El doctor Serrano, ha abogado por promover los métodos de larga duración «porque son más eficaces con creces» y ha reconocido que pueden ser más o menos costosos dependiendo de donde se viva. «En Aragón el DIU es gratis y en Valencia depende del barrio».
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción, la FEC ha elaborado un manifiesto en el que señala que la violencia de género es un problema de salud y ha advertido del aumento de las infecciones de transmisión sexual y de la incidencia del cáncer de cérvix entre las víctimas.
Andrea Morea