El objetivo de la nueva dirección del PSOE de “coser” y “tender puentes” comienza con una limpieza, literal, de 'los restos' de Pedro Sánchez en el Congreso. El partido ha ordenado que se vacíe el despacho que hasta ahora ocupaba el líder del principal partido de la oposición cerca del Hemiciclo, según fuentes parlamentarias.
El movimiento de muebles y otros enseres personales se ha producido justo cuando daba comienzo la reunión del Grupo Socialista en el Congreso, la primera dirigida por el presidente de la Comisión Gestora del PSOE, Javier Fernández, en la que precisamente ha pedido “unidad” y calma para evitar que la tensión cunda también entre los parlamentarios socialistas.
Sánchez no se ha atrevido a acudir a esa reunión después del escarnio del Comité Federal del sábado que le obligó a dimitir y ha preferido no acudir a la sede parlamentaria, tampoco al Pleno que se celebra esta tarde. La indefinición del lugar que ocuparía el nuevo diputado raso del Congreso tampoco ha ayudado. Los socialistas han cambiado de opinión sobre dónde colocar a su exlíder en un par de ocasiones. Primero, habían conminado al hasta ahora secretario general a la quinta fila del Hemiciclo, lugar ocupado por su rival en primarias, Eduardo Madina, que ocuparía un puesto en la cuarta. Pero ha sido el propio Madina el que ha dicho que no quería estar por delante de Sánchez y se han invertido las posiciones, según fuentes socialistas.
Silencio de los exmiembros de la Ejecutiva
La ausencia de Sánchez, que no ha llamado mucho la atención tras su dimisión y la tensión del sábado, también se ha manifestado con el silencio de los diputados que formaron parte de su Ejecutiva hasta el final. Ninguno de ellos ha intervenido en la reunión, que ha durado más de tres horas, por una cuestión casi estratégica. Todos han emplazado a después del Comité Federal, que podría celebrarse el 15 o el 22 de octubre, según fuentes socialistas.
El hasta ahora 'número dos' de Sánchez, César Luena, tampoco ha acudido a la reunión del grupo, aunque sí ha ido al Pleno, que ha comenzado a las 16.00 horas. Pero también ha mantenido silencio respecto a los debates en los que está inmerso el partido y se ha limitado a pedir a los militantes que no dejen el PSOE ya que «ellos serán los que decidan el futuro del PSOE».
El que sí ha estado presente a la reunión, aunque solo ha intervenido para presentar al líder provisional del partido, ha sido el portavoz parlamentario en el Congreso, Antonio Hernando, que se mantendrá en el cargo, al menos por el momento. Hernando ha mantenido su papel y ha presentado a Fernández en la reunión, según fuentes socialistas, y ha salido junto a él de la Sala Constitucional del Congreso en la que se celebraba el encuentro.
Tampoco ha habido apenas defensores de la postura de Sánchez entre el resto de diputados que han intervenido en la reunión. De las 26 intervenciones que se han producido, solo tres han defendido el “no” a Mariano Rajoy en una eventual investidura: Margarita Robles, número dos de Sánchez en la lista de Madrid, Rafal Simancas y Odón Elorza.
El resto de las intervenciones en el encuentro a puerta cerrada han abogado por un apoyo al discurso de la gestora presidida por Javier Fernández de evitar a toda costa unas terceras elecciones, aunque casi ninguno ha mencionado expresamente la abstención como una opción, según fuentes socialistas.
Aun así, las posiciones expresadas parecen claras y, en palabras de una de las diputadas afines a Pedro Sánchez, Adriana Lastra, “a buen entendededor…”. Lastra ha defendido que no ha intervenido en la reunión del grupo parlamentario porque se trata de “debate orgánico”. Además, es una de las defensoras de consultar a la militancia una vez el Comité Federal tome una decisión al respecto, algo que no es seguro que ocurra.
El propio Javier Fernández retó este lunes a que los defensores de esa consulta deben plantearlo (y, por ende, ganarlo) en el Comité Federal y la resolución no tiene visos de ser muy favorable dadas las cuentas con las que acabó el anterior cónclave socialista.
Los defensores del “no” a Rajoy coinciden en que esa decisión tiene que consultarse a la militancia, ya que se trata de una medida trascendente para el partido y acuden a la resolución de la Conferencia Política de 2014 en la que se establecía este aspecto. Sin embargo, otros diputados situados en la parte de los críticos dan toda la voz al Comité Federal del partido, “es el que manda en el PSOE”, sentencia.
Paula Pérez Cava