El PSOE debe hacer «de tripas corazón por responsabilidad política» y dejar gobernar a Mariano Rajoy, dijo hoy el exsecretario de Estado para la Unión Europea (UE) Diego López Garrido, porque -consideró- ir a unas terceras elecciones «no es lo mejor» para socialistas ni populares ni para España.
Dejar gobernar al partido más votado, «pero no gratis, sino sobre la base de pactos de Estado», precisó el exdirigente socialista y ahora responsable de asuntos europeos de la Fundación Alternativas.
«El PSOE debe plantearle al PP permitirle gobernar mediante una abstención pero con cuatro condiciones serias».
Esas condiciones son a su juicio «una reforma de la Constitución imprescindible porque está bastante oxidada después de 40 años; fuera la ley mordaza, una reforma de la reforma laboral y una reforma educativa a fondo».
Recordó que esa ha sido su posición desde las elecciones del 26 de junio y mantiene tras la que calificó de «situación esperpéntica» vivida por el PSOE en los últimos días y a la que en su opinión se llegó por estrategias «absolutamente erróneas» adoptadas por su partido tras las segundas elecciones de junio.
Desde aquel momento se impuso la estrategia del «no a Rajoy y al PP, sin más, simplemente un no».
Para López Garrido esa posición «nos iba a llevar, era fácil preveerlo, a unas terceras elecciones, que no es lo mejor para España. Pero siguiendo esa estrategia iríamos a cuartas, a quintas y a sextas… No tendríamos gobierno en muchísimo tiempo».
López Garrido cree que la responsabilidad de esa postura es «colectiva» de todo el Comité Federal.
También dijo tener la impresión de que el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, que es «una persona ponderada y prudente, veterano en estas lides y con sensibilidad política bien equilibrada», está «girando hacia otra dirección para tratar de evitar el peor escenario para España y para el PSOE: que haya terceras elecciones».
Algo que, insistió, sería «bastante negativo» también para el PP aunque «ahora algunos lo estén contemplando desde el punto de vista táctico».
«Espero que haya sensatez y que evitemos las terceras elecciones, que solo añadirían más desesperación de la gente, más gasto, y más crisis del sistema político», concluyó.