No habrá nueva investidura fallida. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no moverá un dedo más hasta que el PSOE no le garantice su abstención. Si los socialistas finalmente acuerdan en su próximo Comité Federal que se mantiene la decisión adoptada el pasado diciembre (el “no” a favorecer la abstención ante Rajoy), el líder ‘popular’ dará por concluidas sus opciones, se limitará a esperar la disolución de las Cortes, el próximo 31 de octubre, y se centrará en su agenda de Gobierno que pasa por dos importantes citas internacionales: el 20 y el 21 de octubre una cumbre europea, y el 28 y el 29 la cumbre iberoamericana en Cartagena de Indias (Colombia).
Según fuentes gubernamentales, Rajoy no tiene otro plan durante estas tres semanas que esperar. No abrirá una nueva ronda de consultas. Ni siquiera tiene previsto volver a llamar al PNV, e intentar una vez pasadas las elecciones en el País Vasco, conseguir su apoyo. En Moncloa fían todo a la decisión que adopte el Comité Federal del PSOE; y aunque los tiempos están ajustados están convencidos de que si hay “voluntad política” la formación de Gobierno se podrá acordar antes de que acabe octubre. Entre el 28 y el 29 de octubre podría celebrarse el nuevo debate de investidura.
Todo esto dando por supuesto que el acuerdo con Ciudadanos continúa intacto. Eso sí, la formación naranja aún no ha confirmado este extremo. Es evidente que Albert Rivera no bloqueará las negociaciones si el PSOE finalmente decide abstenerse, puesto que este es el escenario que lleva reclamando desde que se produjeran las elecciones del 26 de junio.
Pero no es menos cierto que los dirigentes de Ciudadanos aseguraron en varias ocasiones que tras la investidura fallida de Rajoy, el acuerdo se “acababa”. La Moncloa, sin embargo, ya cuentan con su reedición. “El acuerdo se mantiene”, aseguran fuentes gubernamentales de alto nivel, que no desvelan si esto ya lo ha acordado Rajoy con Rivera o simplemente es pura intuición después de las declaraciones de Albert Rivera apelando a esta abstención.
En cualquier caso, este viernes en el Palacio presidencial ya se respiraba más optimismo. Y no sólo porque las encuestas, tanto internas como publicadas, les sitúa en una buena posición de cara a una tercera convocatoria electoral, sino porque las relaciones con el PSOE han vuelto a la “normalidad”. “Al menos ahora nos cogen el teléfono”, se congratulan en Moncloa.
Tras la caída de Pedro Sánchez, Mariano Rajoy tiene un nuevo interlocutor en Ferraz, el presidente de la Gestora, Javier Fernández, con el que ya se ha puesto en contacto en dos ocasiones, según ha confirmado el propio socialista. El contenido de las conversaciones no se ha desvelado, pero la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha insistido en varias ocasiones en que las “relaciones institucionales” entre ambos partido “han vuelto a la normalidad”.
Rajoy y Fernández hablan en dos ocasiones
Tal y como ha desvelado el presidente asturiano, este jueves se puso en contacto con Mariano Rajoy para aclarar las informaciones procedentes desde el Partido Popular en el que aseguraban que exigirían al PSOE condiciones para garantizar la gobernabilidad de Mariano Rajoy durante los próximos cuatro años. Según el presidente de la Gestora, el debate en el PSOE es sobre si dar o no una “abstención técnica” a Rajoy, pero en ningún caso, garantizar su gobernabilidad. Rajoy, consciente de que las amenazas veladas podrían colocar al PP como el principal culpable de una nueva convocatoria electoral, rebajó la tensión procedente desde su partido y aseguró que su intención no es pedir nada a los socialistas en caso de que estos decidan abstenerse.
Este viernes, la vicepresidenta del Gobierno se acogió al mismo discurso; e intentó en todo momento dejar claro que la prioridad “en estos momentos” es que España tenga Gobierno “lo antes posible”. De hecho, lo importante para Santamaría ahora es que Rajoy y Fernández han iniciado conversaciones en un clima más positivo que el que existía con Pedro Sánchez. La vicepresidenta no ha descartado incluso que en los próximos días se produzca una reunión entre ambos, aunque sí ha querido dejar claro que el que “pilota los contactos” con Fernández es única y exclusivamente Rajoy.
Por el momento Rajoy ha ordenado a su partido mantenerse en la barrera. «Dejemos al PSOE que desarrolle sus reuniones», ha insistido la portavoz gubernamental en varias ocasiones. “Prudencia y respeto a los plazos del PSOE», ha concluido la Santamaría.
Elsa S. Vejo