El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha negado este lunes que los independentistas catalanes hubieran acordado nada «en rincones oscuros» con Pedro Sánchez para facilitar su investidura, pese a que ha sido uno de los argumentos utilizados por el PSOE para intentar defenestrarle.
«No habíamos acordado nada porque no habíamos negociado nada«, ha dejado claro en una conferencia organizada por Europa Press, en la que ha sido preguntado por las informaciones que aseguran que Sánchez había acordado su investidura con Podemos y los soberanistas y que esa era una de las razones por las que una parte de su partido había intentado destituirle.
Puigdemont es consciente de que se han publicado esas noticias y de que algunos «se lo han creído», hasta el punto de que es una de las razones que llevaron a parte de los «barones» del PSOE a intentar desalojarle de la Secretaría General, aunque finalmente fue él quien dimitió tras perder la votación en el Comité Federal sobre un congreso exprés.
Sin embargo, Puigdemont ha insistido en que ni estaban acordando nada ni tenían previsto hacerlo, porque el requisito indispensable para empezar a hablar era que se aceptara el referéndum en Cataluña y Sánchez no era partidario.
«No ha habido rincones oscuros donde nos hemos sentado para urdir una estratagema«, ha abundado después de explicar que lo que él mismo y el portavoz de su grupo en el Congreso, Francesc Homs, propusieron a Sánchez fue precisamente que aceptara el referéndum.
Hubieran estado dispuestos a facilitar la investidura y desbloquear la gobernabilidad si, «en vez de girar la espalda hacia Cataluña», se hubiera puesto «de frente» y hubiera apostado por resolver juntos el problema catalán, «emplear tiempo, negociar, a lo mejor ceder en el algo para poder dar una solución política duradera y estable a los dos».
En cuanto al almuerzo «privado» que mantendrá este mediodía con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el presidente catalán ha preciado que «no es ninguna cumbre para tratar nada», sino un intercambio de posiciones.
Preguntado por la posibilidad de apoyar los presupuestos generales del Estado de 2017, ha reconocido que «estadísticamente» es posible, pero ha matizado que «políticamente es imposible».
EFE