El Comité Central del Partido Comunista de Madrid (PCM) celebrado este jueves ha decidido expulsar a 28 miembros del partido, entre los que destacan varios dirigentes históricos como Francisco Frutos, Marisa Castro o Víctor Díaz Cardiel. Tras más de cuatro horas de reunión cargada de “tensión” y “enfrentamientos”, la dirección ordenó la apertura de los expedientes de expulsión. Así lo denuncian fuentes de la formación a este diario. Explican que la orden de destitución se ha producido por un enfrentamiento entre la cúpula e integrantes del PCM por la gestión de la Fundación Domingo Malagón, entidad cultural dedicada a la Memoria Histórica sostenida con fondos públicos. “El actual secretario general, Álvaro Aguilera, necesita la fundación para recibir subvenciones y por eso quiere manejar el patronato”, apuntan las mismas fuentes. Añaden que uno de los principales propósitos de Aguilera es controlar los fondos públicos de la fundación.
Se trata de un organismo creado en el año 2000 que realiza labores culturales y de recuperación de Memoria Histórica. Está gestionado a través de un patronato del que actualmente forman parte militantes de la formación, señalados por la actual dirección y castigados con la apertura de un expediente de expulsión, dicen fuentes internas del PCM. Las mismas fuentes sostienen que Aguilera pretende desarticular el patronato a través de dimisiones forzadas para que puedan acceder “los suyos” y así controlar los fondos públicos. “El patronato se elige cada cuatro años. La votación fue en 2015 y hasta 2018 no puede haber cambios a no ser que haya dimisiones, tal y como ha ocurrido”.
Aguilera “chantajeó” al patronato
Aunque en un primer momento formaba parte del PCM, en 2012 el patronato decidió desvincular la Fundación Domingo Malagón de la organización por recomendación del Protectorado de Fundaciones, organismo público que depende del Gobierno central, explican fuentes internas del partido. “Recomienda que se desvincule del PCM para evitar problemas por la ley de partidos y que pueda seguir funcionando con normalidad. Recibe subvenciones del Ministerio de Justicia para trabajar en Memoria Histórica”, añaden.
Sin embargo, dos años después, tras la celebración del Congreso Regional del PCM en 2014 que eligió la nueva dirección de la formación en Madrid, la política en torno a la gestión del organismo dio un giro radical. Según denuncian fuentes del partido, Aguilera mostró desde el inicio de su mandato su empeño en controlar la Fundación Domingo Malagón. Es más, tal y como afirman las mismas fuentes, el secretario general del PCM llegó a “chantajear” a los miembros del patronato para forzar su dimisión. “En el Comité Central celebrado el pasado mes de julio dijo que los integrantes del patronato tenían un mes y medio para dimitir. Dijo que si no lo hacían se les abriría un expediente. Dio un ultimátum pero se negaron”, aseguran. Además, las mismas fuentes dicen que la dirección del PCM llegó a cambiar las cerraduras del local de la fundación -propiedad del partido- para evitar la entrada del actual patronato y que también se apropiaron de los archivos. “Hay un gobierno municipal en Madrid que tiene una concejalía de Cultura muy potente que participa y subvenciona a fundaciones y la dirección del partido no quiere crear una nueva porque llamaría mucho la atención”, sostienen.
La dirección niega las acusaciones
Este diario se ha puesto en contacto con Álvaro Aguilera para conocer su versión de los hechos y ha negado las acusaciones. Asegura que sólo se ha abierto expediente de expulsión a tres personas. “A otras cuatro, como son miembros del Comité Federal se ha trasladado el informe al propio Comité Federal para ver si finalmente se produce”, afirma. El resto de expedientes, dice, están pendientes de revisión para aclarar si se “han incumplido los estatutos”. “Hay gente que nos ha dicho que se han publicado artículos firmados con su nombre sin su consentimiento”, explica. Según el líder del PCM se trata de textos críticos con la actual dirección de la formación publicados en medios de comunicación.
El secretario general del PCM defiende que la fundación debe estar vinculada al partido. “Es legal que este desvinculada, pero no es legítimo”, afirma. Asegura también que la dirección ha tratado de buscar una “solución política” pero que el patronato de la fundación “no entra en razones”. “Están incumpliendo la política del partido”, afirma. Aguilar confirma el levantamiento de archivos y el cambio de cerradura: “Cambiamos la cerradura porque no teníamos llaves, pero avisamos. Los archivos pertenecen al PCM todo lo que acredite que es de la fundación será devuelto, pero no han venido al por ello”.
Marina García-Rico