El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha celebrado que el PSOE votara ayer mayoritariamente a favor de abstenerse a la investidura de Mariano Rajoy y ha asegurado que los 32 escaños de su formación servirán para marcar «la hoja de ruta» del Gobierno.
Y servirán porque Ciudadanos ha optado por mantener una negociación «responsable» con el PP, ha subrayado, lo que permitirá aplicar 150 reformas necesarias para el país, todo lo contrario -ha reprochado Rivera- a lo que ha hecho el PSOE en este tiempo, que ha optado por «dividirse internamente y no exigir nada a cambio».
Rivera, en una rueda de prensa en la sede de Alcalá al término de la ejecutiva, da por hecho que se mantiene el pacto que firmaron con el PP en agosto y que teóricamente decayó con la primera investidura fallida de Rajoy.
No lo ha hablado todavía con el presidente en funciones, según ha confirmado, pero al menos intentará conversar con él por teléfono «para confirmar ese compromiso» sobre el pacto, que -ha precisado- no es en ningún caso un «contrato mercantil» sino un pacto político que depende de la voluntad de las partes.
Una voluntad que se podrá testar en breve, ha explicado, porque algunas de las propuestas pactadas incluyen un calendario de aplicación casi inmediata, entre ellas la puesta en marcha de una comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del PP, la reforma de los aforamientos y también de la financiación autonómica.
Pese a la complejidad que previsiblemente tendrá la próxima legislatura, Rivera ha asegurado ser optimista porque «a lo mejor» es una «oportunidad» para que el PP «no haga lo que le dé la gana» y se puedan las soluciones que «está esperando» la clase media.
El PP, ha subrayado, tiene que entender que tener 137 escaños no es lo mismo que tener los 186 de la mayoría absoluta y que se ha terminado «ningunear al Parlamento y a la oposición».
Del mismo modo espera también que el PSOE comprenda que estar en la oposición «no es decir no a todo» porque los españoles se merecen una legislatura fructífera y donde «no tenga cabida la España sectaria» ni que las «etiquetas pesen más que las reformas».
Veintiuno de los 28 países europeos funcionan sin mayoría absoluta y Dinamarca, ha argumentado, lleva cien años con ejecutivos en minoría.
Por eso, ha aprovechado para recordar a los socialistas que del pacto de investidura que C's firmó con el PP en agosto hay un centenar de propuestas incluidas también en el acuerdo de gobierno que suscribieron Rivera y el entonces secretario general del PSOE Pedro Sánchez.
«No tengo por qué pensar que se van a descabalgar de las reformas que firmaron con nosotros», ha señalado sin entrar en detalles sobre algunas de las medidas contenidas en la resolución de abstención aprobada ayer por el comité federal del PSOE, como derogar la reforma laboral, la Ley «mordaza» o la Lomce.
Del Gobierno que forme Rajoy una vez sea investido, Rivera no quiere poner vetos a nadie porque es una «competencia exclusiva» del presidente nombrar a su gabinete, aunque la semana pasada votó a favor de reprobar al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, por el escándalo de las escuchas.
Además, ha reiterado que Rajoy ni el PP ofrecieron a Ciudadanos entrar en el Gobierno ni ellos permitieron que se lo ofrecieran porque desde el principio dejaron «claro» su posición de quedarse fuera y actuar como hacen en Madrid o Andalucía, por ejemplo.
Por otro lado, Rivera ha arremetido contra Podemos por alentar la iniciativa «Rodea el Congreso» durante la investidura al invitarles «a trabajar» en lugar de rodear la Cámara: «Por favor, ocupen sus escaños. Es importante, ya que estamos intentando desalojar los corruptos de éstos».
EFE