La decisión de IU en Asturias de abandonar la colaboración con el gobierno socialista del Principado para pasar a una «oposición exigente» ha generado hoy advertencias de Podemos en las comunidades en las que apoya gobiernos del PSOE, hasta el punto de cuestionar la vigencia y fortaleza de sus acuerdos.
Un día después de que el Comité Federal de los socialistas oficializara la abstención en la próxima investidura de Mariano Rajoy, la reacción de Podemos no se ha hecho esperar y ha incidido en la crítica a una decisión que no sólo supone una legislatura más de «recortes» del PP, sino que permite dar el gobierno a la «corrupción», en palabras de algunos dirigentes.
La portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, también representante de la dirección nacional del partido de Pablo Iglesias, ha manifestado que una decisión como la adoptada ayer por el PSOE hace «difícil» creer a los socialistas.
A su juicio, si permiten el gobierno del PP, cabe esperar que sus prioridades no pasan por defender los intereses de las clases populares, más si en manos socialistas descansa la gestión de gobiernos autonómicos y ayuntamientos.
Por ello, Montero ha avanzado que Podemos apoyará al PSOE si cumple los acuerdos de investidura en las autonomías en las que gobierna, pero si no los cumplen, tales pactos podrían romperse.
Ésta es la postura que ha expuesto hoy Podemos, más contundente y diáfana en comunidades como Illes Balears, donde su portavoz en el Parlament insular, Laura Camargo, ha advertido hoy al PSIB que si sus diputados en el Congreso acatan la resolución del Comité Federal y se abstienen, «el pacto de Baleares puede estar herido de muerte».
La asamblea ciudadana de la formación en esta comunidad tendrá la última palabra.
En Aragón, donde el socialista Javier Lambán gobierna gracias al acuerdo con Podemos para ser investido, el máximo dirigente de la formación morada, Pablo Echenique, ha emplazado a los militantes a «tomar nota» de la abstención, porque serán ellos los que marquen el camino a seguir en la evolución de las relaciones con el PSOE aragonés.
La Ejecutiva de Podemos en Aragón, de hecho, se ha reunido hoy para estudiar las consecuencias que ocasionaría la abstención a Rajoy, que en la autonomía pueden traducirse en la paralización o demora de infraestructuras o en el retroceso de políticas sociales.
Echenique no ha disimulado que efectivamente esa abstención, o ese acercamiento «en barrena» de Lambán al PP, puede traer «consecuencias». «Creo que el PSOE está cada vez más cerca del PP y más lejos de Podemos» en Aragón, ha agregado.
El secretario general de Podemos en la Comunitat valenciana, Antonio Montiel, se ha sumado a estas advertencias y ha exigido «garantías al PSPV» de Ximo Puig, el presidente, para que los puntos del Pacto del Botánico se sigan cumpliendo.
Según su parecer, «las cosas no pueden ser como eran» en las relaciones con la Generalitat, y si Podemos pide garantías, es porque entiende que con la abstención socialista, el proyecto de progreso para los valencianos no tiene asegurada su viabilidad.
Extremadura es otra de las comunidades que gobierna el PSOE de la mano de Guillermo Fernández Vara, el barón que más explícitamente ha defendido la idoneidad de la abstención.
Su líder en la comunidad, Álvaro Jaén, ha lamentado que el presidente extremeño esté «alineado» con el sector más conservador de los socialistas y haya favorecido la abstención, o lo que es lo mismo, según sus palabras, apoyar al «partido más corrupto de Europa».
«Una pena», ha zanjado, aunque antes de puntualizar: «Aquí tenemos en Extremadura dos derechas, la del PSOE y la del PP, con lo que el trabajo que tenemos que hacer para salir de ésta es el doble».
El presidente de la gestora del PSOE y presidente asturiano, Javier Fernández, tiene comprometido su proyecto una vez el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, ha advertido de que su organización pasará de la «colaboración actual» con el Gobierno del Principado a una «oposición exigente».
Desde Madrid, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha dejado en manos de la dirección federal asturiana la decisión de romper o no el pacto de investidura, dada la «actitud» de Fernández al frente de la gestora.
Asturias ha sido, por tanto, el punto de partida de una sucesión de advertencias que ponen en entredicho la gobernabilidad de las comunidades que gobierna el PSOE.
EFE