Los diputados del PSOE críticos con la decisión de la gestora de no buscar una fórmula para abstenerse en la investidura de Rajoy que no ahonde en la división interna se enfrentan a su último intento para conseguirlo, en la reunión que mantiene el grupo con el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, desde las 16.00.
En defensa de articular la resolución del Comité Federal a través de una «abstención técnica» que lleven a cabo solo los once diputados precisos se pronunciarán entre otros, el expresidente del Congreso y exlehendakari, Patxi López.
Partidario de consensuar la fórmula de voto que les «haga menos daño» y que a la vez «guarde la esencia de lo que aprobó el Comité Federal» del PSOE el pasado domingo, López argumentará en la reunión que esa fórmula «evidenciaría lo mínimo posible el aval al gobierno de la derecha».
A su juicio, dado que se enfrentan a una «situación excepcional», la gestora no debería limitarse a «aplicar los Estatutos», sino que debería mostrar «voluntad política para buscar un entendimiento que pueda sumar en el partido y no dividirnos más», ha señalado en los pasillos.
El también diputado vasco Odón Elorza, uno de los trece que por el momento han confirmado que romperán la disciplina de voto, ha confiado en poder mantener su «posición de conciencia», porque «en política, aunque algunos no se lo crean, existe la ética y en este país hay mucha necesidad de ética política», ha dicho el exalcalde de San Sebastián a su llegada a la reunión.
Convencido de que «lo que no necesita el PSOE en este momento es más agresividad«, Elorza ha defendido a su llegada a la reunión que «nadie sobra» en su partido, en referencia a la posibilidad de que los «díscolos» sean expulsados. «Nadie debería echar gasolina al fuego, sino trabajar con medidas de distensión», ha insistido.
También Pere Joan, uno de los dos diputados baleares que han garantizado que romperán la disciplina de voto, ha reivindicado que «aún hay un espacio para el diálogo, siempre y cuando las partes quieren hablar», al igual que su compañera Sofía Hernanz, para quien la decisión del Comité Federal cabe «administrarla de una manera que permita mantener la unidad del partido».
Uno de los más pesimistas en ese sentido es el exsecretario de Organización César Luena, que ha dado por cerrada la decisión de la gestora y de la dirección del grupo parlamentario de que deben ser los 84 diputados los que se abstengan.
«Si ya está todo claro, no sé para qué venimos», ha lamentado Luena, para quien la carta que les ha enviado el portavoz del grupo, Antonio Hernando, supone «de facto» una «desconvocatoria» de la reunión del grupo socialista.
A todos ellos, la andaluza Micaela Navarro les ha replicado que tienen «edad suficiente y conocimiento suficiente de cuáles son las reglas del partido» y les ha pedido que sean conscientes de que «formar parte voluntaria de una organización significa aceptar sus reglas y sus normas».