La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela se ha declarado competente para investigar por un delito de terrorismo la denuncia presentada por la asociación de víctimas Covite por la agresión a dos guardias civiles en Alsasua (Navarra) en la madrugada del 15 de octubre.
La jueza, de acuerdo con la posición del fiscal, ha decidido practicar una serie de diligencias, entre ellas solicitar a la Guardia Civil un informe urgente sobre «la campaña de acoso» que sus agentes sufren en Navarra y, en concreto, en Alsasua.
Según la juez, la «brutal» agresión a los agentes y sus parejas en el bar «Kotxa» de la localidad por parte de un grupo numeroso de personas que les rodearon y les increparon para abandonarlo, se enmarca en «la campaña de acoso que los agentes de la Guardia Civil y, en general las fuerzas de seguridad del Estado, sufren en la Comunidad Foral Navarra».
«Se trata de graves hechos delictivos contra la integridad física de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado realizados con el propósito de atemorizar a colectivos que no comparten sus ideas y generando una grave alteración para la paz pública», afirma en línea con la Fiscalía.
Recuerda que el mismo día de la agresión un grupo de personas se concentró en Alsasua contra la Guardia Civil portando pancartas con el lema Alde Hemendik (Fuera de aquí) y el logo habitual de ETA (flecha sinuosa de dos puntas) para intentar desmentir la «versión oficial» de los sucedido horas antes.
Lamela señala que, de acuerdo a los argumentos del ministerio fiscal, la expulsión de la Guardia Civil del País Vasco es una de las exigencias que establecía la llamada «Alternativa KAS» de ETA para dejar las armas y fue también «uno de los ejes de actuación» de los partidos abertzales ilegalizados por sus vínculos con la banda terrorista.
Según la magistrada, los hechos ocurridos en Alsasua cumplirían las condiciones que pone el Tribunal Supremo para que sean terrorismo: que quieran intimidar a la población, obligar a los poderes públicos a realizar un acto o abstenerse de ello y desestabilizar las estructuras de un país.
En su auto, acepta así la competencia para investigar la agresión y acuerda una serie de diligencias encaminadas a ello.
En primer lugar, requiere al juzgado de Pamplona que conoce de los hechos y al que pasaron a disposición los dos detenidos por la agresión que le remita la causa, y a la policía foral que le mande la investigación.
También pide a la Guardia Civil que elabore con carácter urgente un informe sobre la campaña de acoso que sus agentes sufren en Navarra y, más concretamente, en Alsasua.
Finalmente, reclama al instituto armado que identifique a las personas que después de la agresión realizaron declaraciones en la concentración que se organizó para desmentir la «versión oficial» y también las que aparecen en esas fotografías, así como a los titulares de la cuenta de Twitter @AltsasukoGA.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las cinco de la madrugada en el bar de la localidad navarra, cuando un numeroso grupo de personas increpó a los agentes, que no estaban de servicio, y sus parejas.
A resultas de la agresión, uno de los agentes, un teniente de la Guardia Civil, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por las lesiones sufridas en una pierna y en la cara, mientras que el otro, que es sargento, y las mujeres presentaron lesiones, magulladuras y hematomas.
EFE