La Asociación Unificada de Militares (AUME) se ha propuesto dos objetivos a corto plazo: acabar con la temporalidad en las Fuerzas Armadas y modificar el sistema de ascensos y promoción. La asociación mayoritaria de militares quiere aprovechar el “nuevo panorama político” y el arranque de la legislatura para conseguir que su propuesta de ley integral sea escuchada por los partidos políticos que -salvo el PP- han escuchado «con atención» sus demandas.
AUME está trabajando en una propuesta de ley integral con la que se pretende que “todos los militares sean considerados de carrera y acabar así con la temporalidad”, tal y como explicó el secretario general de la asociación, Jorge Bravo en un encuentro con la prensa este miércoles.
“El 50% de las Fuerzas Armadas está formado por militares de tropa y marinería y oficiales de complemento, cuyos contratos acaban a los 45 años si no consiguen la permanencia” una situación que, para AUME, termina desembocando en una suerte de “vasallaje” de los militares con sus mandos. “El hecho de que tengan contratos temporales y que su renovación dependa de sus jefes directos hace que sea fácil tenerlos subyugados”, ha sentenciado.
Además, desde la asociación, a la que pertenecen unos 3.800 militares de todas las escalas, critican el incumplimiento de la ley. “La misma ley que hace que se extingan los contratos a los 45 años, obliga a la preparación y ayuda a la búsqueda de una salida laboral” tras finalizar las relaciones contractuales con las Fuerzas Armadas. Pero eso no ocurre, denuncian.
También pretenden una modificación del sistema de promoción y ascenso para que sea “justo”. El desarrollo normativo del cambio de la ley, que se produjo en 2007 y pasó de primer la antigüedad a los méritos, ha sido “nefasto”. “Ha habido cambios todos los años, para realizar ajustes o para beneficiar a elementos concretos”, ha denunciado el portavoz de AUME. “Es un sistema que no es transparente, no se sabe por qué ascienden unos y otros no”, ha criticado.
Calendario de acciones
AUME va a promover una serie de acciones para reclamar sus derechos y solucionar “una serie de problemas inaplazables y agravios” a los que solo se están poniendo “medidas paliativas, lo que está provocando que baje la moral de los militares lo cual afecta a las Fuerzas Armadas en su operatividad”.
Así, el día 26 de noviembre realizarán una entrega masiva de quejas al Defensor del Pueblo fundamentalmente por el “incumplimiento de la Ley de Tropa y Marinería y el abandono de los militares”.
Además, presentarán un recurso contra la orden que regula sus horarios, que fue aprobada este verano, ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional este mismo viernes. Esta nueva normativa adecua los horarios militares a los del resto de la administración, pero no regula los descansos tras las misiones, ejercicios y maniobras. “Se tiene que contemplar el descanso ya no solo por las necesidades básicas del militar y su familia sino por el buen funcionamiento de las Fuerzas Armadas”, ha sentenciado Bravo.
Con la normativa aprobada por el Gobierno, se deja libertad a los jefes para que regulen los descansos de manera arbitraria, lo que supone una “medida discriminatoria e indignante”.
Degradación del asociacionismo militar
La asociación que más militares agrupa ha criticado la actitud del Gobierno respecto a las asociaciones. Pese a tener representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, AUME dejó de acudir a estas reuniones. Consideran que el asociacionismo en el ámbito militar se ha quedado restringido a ese órgano y que no hay apoyo material por parte del Ministerio de Defensa para el desarrollo de este derecho.
Para el secretario de AUME, lo que existe es “una caricatura del derecho al asociacionismo” aunque tenemos esperanzas de que esto cambie.
Paula Pérez Cava