La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha defendido que sea la Delegación del Gobierno en Cataluña y no la Generalitat quien gestione la financiación del Estado en Cataluña en ámbitos como sanidad, educación o asuntos sociales, y desmentir el «España nos roba».
En un almuerzo-coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona, la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha presentado su primer libro «Yo no me callo», aunque ha hecho algunas alusiones al debate soberanista, sobre todo ante varias preguntas de asistentes al acto.
Sobre qué haría ella en caso de estar en el Gobierno, Aguirre ha querido hacer una «recomendación» al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aunque ha recordado que «todo el mundo sabe que no es especialmente amigo mío, porque cuando él era ministro se filtró mi declaración de la renta cuatro días antes de las elecciones a la alcaldía de Madrid».
«Lo que haría -ha dicho- es que el dinero para pagar a médicos, enfermeras, farmacias, funcionarios, profesores y todo aquello que ha de pagar la Generalitat, ese dinero se pusiera en la Delegación del Gobierno, para que todo el mundo supiera que la Generalitat lo que tiene es una deuda de 70.000 millones euros».
A su juicio, desde el Govern «se dice que 'España nos roba', pero lo que hace continuamente el Gobierno de España es darle fondos a la Generalitat, que además resulta que también tiene seis cadenas de televisión y abre embajadas por países del mundo con ese dinero, y eso no me parece serio».
Por ello, Aguirre ha apostado por hacer que el dinero de esas partidas sea «finalista» para pagar aquellas cuestiones que la Generalitat debe pagar en sanidad, educación o asuntos sociales, pero «no para gastárselo en lo que quiera».
La dirigente popular ha criticado al Govern, «formado por la antigua CDC, pero que en realidad ahora tiene a ese señor (Gabriel) Rufián que dice todas esas barbaridades», pero ha celebrado que «por primera vez las encuestas muestran que disminuyen los independentistas», lo que evidencia que «algo se estará haciendo bien» desde el Gobierno y el PP.
Aguirre ha admitido por otro lado que le «gustaría» que en el nuevo Gobierno de Rajoy hubiera «más empresarios catalanes»: «A lo mejor no pueden estar de ministros, pero sí como secretarios de Estado o en embajadas», ha planteado.
La líder del PP en el ayuntamiento madrileño ha rememorado además las cinco causas sobre el aumento del independentismo que ella misma explicó hace tres años en una conferencia en el Círculo Ecuestre.
Para Aguirre, entre esas causas están la educación, con «36 años de escuelas donde solo se ofrece la versión nacionalista de la historia»; los medios de comunicación en «los que no cabe la menor disensión de la visión nacionalista»; o una izquierda que ha optado por «hacer suyas las reivindicaciones nacionalistas».
Pero también una derecha que «no ha sabido ofrecer a los catalanes un proyecto liberal para integrarlos en el objetivo de una Cataluña grande en una España grande»; y una insuficiente explicación por parte de PP y PSOE de las balanzas fiscales, que «ha permitido que el 'España nos roba' parezca tener verosimilitud».
La secesión de Cataluña sería, bajo su punto de vista, un «cataclismo» apoyado por partidos tradicionales junto a un partido antisistema, la CUP, que «quiere la secesión porque cree que así le será más fácil implantar su paraíso comunista».
Es por ese motivo que en su momento abogó, y ha vuelto a defenderlo, por «catalanizar España» y «luchar para que el resto de españoles conocieran más y mejor lo catalán», aumentando los «lazos afectivos» de catalanes con el resto de españoles.