Ramón Espinar padre y Antonio Rey de Viñas, expresidente de Vitra, ambos imputados en las tarjetas black, coincidieron en Caja Madrid. Espinar Gallego ocupaba un cargo como consejero y Rey mientras era miembro de la Comisión de Control de la entidad. El padre del dirigente de Podemos y el alcalde de Alcobendas que cedió los terrenos de la casa, también compartieron cargos en Caja Madrid. Una relación a tres que siembra de dudas las explicaciones ofrecidas por el dirigente de Podemos. Ese círculo de amistades fue lo que probablemente permitió que un estudiante accediera –sin cumplir ningún requisito, «a dedo»– a una vivienda protegida y una hipoteca cuantiosa sin ningún tipo de ingresos.
De hecho, el líder de la formación morada se pudo haber dado de baja de la cooperativa y devolver el inmueble sin ningún tipo de penalización. Es decir, pudo haber evitado la especulación. La propia cooperativa de viviendas ha desmentido las explicaciones de Espinar. Ha sido el actual presidente de Vitra,la cooperativa de viviendas a la que Espinar compró el inmueble para venderlo meses después, el que ha confirmado ante los medios de comunicación que la declaración de Espinar en rueda de prensa ha sido confusa. En concreto, Naranjo ha declarado este jueves que si Espinar no podría hacer frente al pago de la hipoteca, podría haber renunciado al piso sin perder el dinero invertido: “Si hubiera demostrado que no podía hacer frente a la hipoteca se le hubiera devuelto la totalidad del dinero abonado”.
Explicación “extraña”
“No vendí el piso para mejorar mis condiciones de vida. Lo vendí porque no lo podía pagar. A día de hoy vivo de alquiler”, aseguró Espinar este miércoles en rueda de prensa. Sin embargo, para Naranjo esta explicación le resulta “extraña”. En declaraciones concedidas al diario El País, el presidente de Vitra ha calificado de “extraña” la actuación del Senador de Podemos. “Para mí lo más raro es que se venda la casa en los meses siguientes de firmar la escritura de la compra. No es lo habitual, al contrario. El noventa y tantos por ciento de los compradores sigue viviendo en la casa 10 o 15 años después”, ha asegurado. Cuando Espinar solicitó y logró que se le adjudicara «a dedo» la vivienda, no tenía ingreso alguno y, por tanto, no podía pagarla, salvo que se la pagara su familia o una tercera persona.
El líder de Podemos compró en marzo de 2010, con 23 años y cuando era estudiante en la Universidad Complutense de Madrid, una vivienda de protección pública (VPP) en el municipio madrileño de Alcobendas por 146.224 euros que meses después, antes de terminar el año, vendió por 176.000 euros, según informó ayer en exclusiva la Cadena SER. Es decir, por 30.000 euros más, tal y como informó la Cadena Ser este miércoles. No explicó cómo pretendía pagar la vivienda puesto que en ese momento no tenía empleo y tampoco aclaró por qué Vitra le eligió a dedo entre una larga lista de demandantes de vivienda.
Marina García-Rico