Vivero es un pueblo de la provincia de Albacete de 300 habitantes. Una localidad desconocida para buen parte de los españoles hasta que desde la Iglesia de San Bartolomé de Viveros se erigió una especie de Lutero, pero a la española. El cura de este municipio colgó una gran pancarta en la puerta de la Iglesia bajo el título: “Algunos pecados que son mortales y nos quitan el derecho a comulgar”.
Dicha pancarta ha generado mucho revuelo entre los vecinos y vecinas. De hecho el párroco del pueblo, ante la polémica generada, ha decidido retirarla sin dar ningún tipo de explicación.
A los típicos no matarás y no robarás, el cura añadió algunos otros. Por ejemplo, los infieles a su pareja no podrían comulgar en esta Iglesia: “Usar cualquier modo de la sexualidad fuera del matrimonio, ya sea a solas o con otras personas aunque haya consentimiento».
Esta no es la única afirmación estrafalaria. Los vecinos que utilicen “anticonceptivos o cualquier otro medio que evite el embarazo» también tienen prohibido comulgar. Así como aquellos que “roben, ganen dinero deshonestamente y no paguen sueldos o impuestos”.
Todos los ciudadanos y ciudadanas que incumplan las normas de este cura no tendrán garantizada la salvación final
J. Torrado