Hay razones para no sacar conclusiones definitivas del Barómetro de Octubre publicado por el CIS. Por una parte, la gente no tiene las elecciones en la cabeza; por otra, el grado de emocionalidad del momento en el se hace el sondeo, dimisión de Pedro Sánchez y giro del PSOE, no alientan el sosiego necesario para una decisión.
Sin embargo, esa misma emocionalidad parece fortalecer el discurso de la gestora socialista en la medida que el voto socialista no se traslada a Podemos y que la imagen de Pedro Sánchez no solo no da un salto de calidad sino que no rentabiliza su victimismo de izquierda. El PSOE sigue siendo el partido que más podría ser votado por la ciudadanía. Cuando se pregunta en una escala de 0 (nunca) a 10 (siempre) si se votaría a un partido político, el que consigue la puntuación más cerca a 0 (nunca) es el partido de Iglesias, con un 2,37. El PSOE, en cambio, es el que recibe la puntuación más alta: 2,99.
Según el Barómetro, apenas es un cuatro por ciento de todo el electorado socialista el que los votos que se traspasa a Podemos: no alcanzan un punto del electorado. Un tercio del electorado socialista se sitúa en el nirvana de la abstención o el no sabe.
Si Podemos pasa a la segunda posición no es por fortaleza de Pablo Iglesias sino por un hundimiento terrible del PSOE cuyos electorado, sin embargo, se sitúa en una nube de desorientación que, en todo caso, beneficia al PP.
El hundimiento del PSOE, sin ascenso de Podemos, aproximaría al centro derecha a la mayoría absoluta. PP y Ciudadanos suman poco más que en Junio, un 46,3%. Sin embargo, el aumento de distancia respecto al segundo partido convertiría el 34,5% que obtendría el PP en un relevante aumento de escaños.El partido de Mariano Rajoy, que había perdido una investidura a principios de septiembre por el «no» del PSOE de Sánchez, ganaría un punto y medio en estimación de voto, hasta el 34,5 por ciento. El CIS no ofrece estimación de escaños en este tipo de barómetros, pero los populares podrían acercarse a los 150, sin perjuicio que la moderada y lenta caída de Ciudadanos diera alguno más.
Dos datos avalan las reflexiones que PP y PSOE vienen haciendo si se aceptan como tendencia. Por una parte. Podemos es el partido político nacional que produce más rechazo entre la gente. Ya da el miedo que propone Iglesias y rechaza Errejón, bloqueando la capacidad de Podemos de intervenir en el electorado socialista.
No es ajeno a esta tendencia, también, que según el análisis postelectoral también publicado hoy por el CIS, la mayoría del electorado de Podemos se sitúa en el ámbito del liberalismo, el progresismo y la socialdemocracia, quedando el radicalismo en el marco de una parte del electorado de IU.
No debe dejar de reseñarse que el debate en Podemos también esta desorientando al electorado de la formación de Iglesias: un 15% reconoce espontáneamente que duda o que no votaría.