El gobierno catalán y la CUP han pactado crear un nuevo impuesto sobre «activos no productivos», como bienes inmuebles, embarcaciones, coches de lujo y aeronaves que están a nombre de personas jurídicas pero que no se usan para actividades económicas, sino con fines particulares.
Esta es una de las medidas fiscales acordadas entre el Govern y la CUP en el marco de la negociación de los presupuestos de la Generalitat para 2017, aunque se tramitará a través de una ley específica, según ha explicado el secretario de Hacienda del Govern, Lluís Salvadó.
Aunque el Govern insiste en que no se trata en ningún caso de un impuesto a las grandes fortunas, porque Cataluña no tiene competencias para ello, en la práctica este impuesto puede afectar a personas con rentas muy altas que incluyen activos de este tipo a nombre de sociedades, aunque sean de uso particular, para evitar pagar el Impuesto de Patrimonio.
Esta es la fórmula que ha hallado el Govern para atender la demanda de la CUP de crear un impuesto que gravara la riqueza y a las grandes fortunas y conseguir así su aval para continuar con la negociación de los presupuestos de 2017.
El impuesto busca acabar con prácticas fraudulentas como el uso particular de un piso por parte de un directivo, por ejemplo, cuando el inmueble está a nombre de una empresa.
Más allá de este nuevo impuesto, que el Govern quiere que entre en vigor en 2017, pero que no se ha incluido en la ley de acompañamiento, al no estar maduro todavía, el Govern y la CUP han acordado recuperar diversos impuestos, modificar algunos ya existentes o bien crear otros nuevos, como el impuesto sobre las bebidas con exceso de azúcar.
Todos estos cambios fiscales incluidos en la ley de acompañamiento aportarán unos 181 millones de euros adicionales al año cuando estén a pleno funcionamiento, a partir de 2018, y unos 121 millones ya en 2017.
Otra medida que afectará a las rentas altas es que el Govern elevará el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en Cataluña hasta el 11 % para aquellas compraventas de inmuebles con un valor de más de un millón de euros, o con el 5 % las compraventas de bienes como el oro.
Entre los impuestos que el Govern recuperará, están el de las nucleares, que espera que aporte unos 62 millones, y el de grandes establecimientos comerciales, con el que se deberían recaudar unos 17 millones, aunque no el de depósitos bancarios, que continúa estudiando cómo recuperarse.
También se reformará el impuesto sobre establecimientos turísticos para que afecte a los cruceristas, con independencia de las horas que pasan en Cataluña, aunque habrá una tarifa diferente para aquellos que pasan más de 12 horas y otra, de nueva creación, para quienes pasan menos de 12 horas, de 0,65 euros por pernoctación.
EFE