martes, septiembre 24, 2024
- Publicidad -

Rajoy premia a su sanedrín

No te pierdas...

“¿Por quién se ha sentido usted más apoyado en estos últimos tiempos en los que no siempre lo ha tenido muy fácil?” Esta pregunta se la formuló la periodista Pepa Bueno a Mariano Rajoy en la entrevista electoral de TVE el 16 de noviembre de 2011. La respuesta aún resuena dentro de los muros de Génova, 13. “Voy a molestar a los que no nombre, porque hay muchos más, pero no voy a rehuir la pregunta: María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato y Carmen Martínez Castro”. No cabía ninguna duda de que las cuatro serían importantes en el Gobierno y en el partido a partir de ese momento. Y así ha sido. Tres de esas cuatro mujeres hoy no sólo conservaban el poder que Rajoy les otorgó en 2011, sino que se han hecho aún más fuertes.

Ya en 2011, los principales nichos de poder fueron cubiertos por ellas. La única vicepresidencia que nombró Rajoy se la dio a Soraya Sáenz de Santamaría. A María Dolores de Cospedal la dejó al frente del cuartel general en Génova. A Carmen Martínez Castro la dio el control de la comunicación. Y a Ana Mato la cedió un sillón en su primer Consejo de Ministros, pese a ser un nombramiento de riesgo. El marido de Mato, Jesús Sepúlveda, estaba imputado en la ‘trama Gürtel’, y por entonces ya se sabía que en su garaje guardaba un Jaguar de dudosa procedencia. Resistió durante muchos meses los envites de la corrupción -incluidos los informes policiales que salieron a la luz dos meses después de ser nombrada ministra y que la vinculaban con la trama-, pero finalmente tuvo que dejarla caer. Eso sí, no lo hizo del todo.

En noviembre de 2014, el juez notificó a la ministra que era “partícipe a título lucrativo” de la trama corrupta. Pero Rajoy nunca se ha olvidado de ella. En 2011, el ‘popular’ le agradeció públicamente su apoyo en sus peores momentos políticos. Y en estos últimos tiempos se lo ha devuelto. En diciembre de 2014, pocos días después de salir del Gobierno, el PP le encontró acomodo en el Congreso de los Diputados: una vicepresidencia de comisión que le reportó 1.046 euros mensuales más. Y este año, que no pudo entrar en las listas electorales, tampoco le ha faltado trabajo. Desde abril es “asesora local” de la delegación ‘popular’ en Bruselas.

Carreras políticas en ascenso

Aunque es evidente que las carreras políticas de Cospedal, Santamaría y Castro han corrido mejor suerte. Su trabajo de los últimos cinco años ha sido premiado con más poder. No ha sido una legislatura sencilla. Las tres han recibido importantes críticas por su trabajo. Aunque muy especialmente la secretaria general del PP. La caótica gestión del ‘caso Bárcenas’ casi acaba con ella. La mantuvo apartada de los focos durante muchos meses. Parecía amortizada. Pero los buenos resultados electorales obtenidos en Castilla-La Mancha el pasado 20 de diciembre y la plena confianza que Rajoy tiene en ella le han vuelto a revivir.

También parecía que había llegado el momento de restar poder y protagonismo a Soraya Sáenz de Santamaría, que la pasada legislatura llegó a acumular hasta 12 cargos en un momento concreto. Muchos ‘populares’ no se fían de ella. Reconocen su talento político, pero no acaban de verla como uno de ellos. Tampoco parecía clara la continuidad de Carmen Martínez Castro al frente de la secretaría de Estado de Comunicación. De hecho, una de las áreas más criticadas durante los últimos años por el PP ha sido la comunicación. “No explicamos bien nuestras medidas” o “los ciudadanos no entienden lo que hacemos porque no se lo contamos”, han sido algunas de las críticas más generalizadas en el PP en los últimos años. Incluso se rumoreó con su sustituta. Pero nada más lejos de la realidad. No sólo ninguna de estas tres mujeres claves en la carrera política de Rajoy han sido destituidas de sus cargos, sino que la nueva configuración de su Ejecutivo les ha otorgado más poder si cabe.

Soraya Sáenz de Santamaría sigue siendo la única vicepresidenta del Gobierno -nadie ha conseguido hacerle sombra, ni Luis de Guindos ni María Dolores de Cospedal-, mantiene el control del CNI y además será la nueva encargada de pilotar las relaciones con la Cataluña independentista. No sigue al frente de la portavocía gubernamental, lo que le resta influencia en los medios de comunicación, pero le protege de la primera línea de fuego. Hay ‘populares’ que lo han interpretado como una pérdida de poder, pero vistos los cargos que mantiene y gana, no parece real.

La comunicación al completo se queda en manos de Carmen Martínez Castro, cuyo trabajo ya no depende del Ministerio de Presidencia, sino directamente de Mariano Rajoy, que previsiblemente dejará todo el poder en manos de su secretaria de Estado de Comunicación. Castro ya no sólo se ocupará de la relación con los periodistas, sino más importante aún, de la relación con los altos directivos de los grandes grupos mediáticos.

Y Cospedal también ha conseguido lo que quería. No sólo seguirá al frente de la secretaría general del Partido Popular, como ella misma se ha ocupado de anunciar, sino que además ha conseguido entrar en el nuevo Ejecutivo ‘popular’. Es la nueva ministra de Defensa, la segunda mujer en la democracia que consigue ocupar esa cartera. Se trata de uno de los ministerios de Estado más importantes, y aunque formalmente Santamaría sería su jefa, es muy probable que por la materia que le toca gestionar, departa directamente con Mariano Rajoy.

Ella tampoco estará en primera línea mediática, pero sin duda alguna, sí en la primera línea de poder junto a las otras dos mujeres que Rajoy mencionó hace ya cinco años en una entrevista en televisión. 

Elsa S. Vejo

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -