Mariano Rajoy ha mantenido a las cabezas visibles de su equipo económico: Luis de Guindos (Economía, Industria y Competitividad), Cristóbal Montoro (Hacienda y Función Pública) y Fátima Báñez (Empleo y Seguridad Social). Sin embargo, éstos han renovado sus equipos al completo. El reto que tienen por delante no es sencillo: aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Ninguno de los tres ministros que actualmente llevan la batuta económica saben lo que es aprobar una cuentas públicas en las condiciones parlamentarias actuales, con una minoría absoluta de 137 escaños. “Nos hace falta más tiempo”, reconocen fuentes gubernamentales.
El líder del PP aseguró en su debate de investidura que la formación del Gobierno era urgente por una cuestión fundamental: la recuperación económica. La economía fue la base de toda intervención ‘popular’, sin embargo, Rajoy, investido nuevo presidente del Gobierno el 30 de octubre, aún no ha movido ficha al respecto. Este viernes se ha celebrado el segundo Consejo de Ministros de esta legislatura; y ha concluido sin ningún avance en materia económica.
Se suponía que una de las medidas más urgentes para el nuevo Ejecutivo sería aprobar el techo de gasto para 2017, adaptado a los nuevos objetivos de déficit y base para presentar los presupuestos del próximo años. Sin embargo, fuentes gubernamentales reconocen que su minoría absoluta en el Congreso no les deja mucho margen de maniobra. “Si en vez de 137 escaños, tuviéramos mayoría absoluta, todo iría más rápido”, aseguran desde La Moncloa, donde se puede percibir cierto “optimismo” con las negociaciones que ya se han emprendido en esta materia. “En Europa no se entendería que, después de casi un año sin Gobierno, éste no lograse pactar las cuentas públicas”, ha advertido el nuevo portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.
Y para lograr este objetivo precisamente, Economía y Hacienda son los dos primeros departamentos que se han renovado. Sin duda alguna, la gran novedad del Consejo de Ministros de esta semana la encontramos en el epígrafe de nuevos nombramientos; y muy especialmente en los ministerios económicos. Las dos Secretarías de Estado más potentes de Luis de Guindos y Cristóbal Montoro estarán ocupadas por dos personas de un perfil más político de lo habitual.
Uno de los cambios relevantes se produce en una de las secretarías de Estado más importantes del Gobierno, la de Economía. Irene Garrido, procedente del PP gallego y con formación y experiencia profesional económica, pasa a ser la 'número dos' del ministro de Economía, Industria y Competitividad. Este puesto fue ocupado en la pasada legislatura por dos Técnicos Comerciales del Estado, Iñigo Fernández de Mesa y Francisco Jiménez Latorre.
Garrido es amiga personal de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, una de las personas de máxima confianza de Mariano Rajoy. Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela, su carrera profesional ha estado especialmente vinculado al ámbito de la docencia. Actualmente es diputada por Pontevedra, y hasta hoy portavoz de la Comisión de Economía y Competitividad y vocal de la Comisión de Presupuestos.
Aunque tampoco ha pasado desapercibido el nombramientos del nuevo secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya. Actualmente es diputado por Jaén, y hasta hoy era portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados. Aunque en su currículum político destaca especialmente la Alcaldía de Jaén, que abandonó en 2015 en una situación de quiebra técnica y como una de las ciudades más endeudadas del país. Él será el encargado junto al nuevo secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, Alberto Nadal, hermano del nuevo ministro de Energía, Álvaro Nadal, de pilotar las negociaciones de las cuentas públicas con el resto de grupos parlamentarios.
Santamaría y Montoro coordinarán las negociaciones
Aunque estos nuevos secretarios de Estado no estarán solos en estas complicadas negociaciones. Tal y como ha explicado Méndez de Vigo, tanto él como el resto de ministros están ya hablando con sus interlocutores en otras formaciones para intentar poner fecha a la aprobación de la ley de estabilidad y el techo de gasto de las Administraciones, imprescindible para aprobar las cuentas públicas de 2017. Una negociación, que tal y como ha explicado el portavoz gubernamental, estará coordinada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, actual responsable de las Administraciones Territoriales y el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Si estas negociaciones no salieran adelante, el desenlace parece claro: Rajoy podría disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones para junio de 2017. Fuentes gubernamentales advierten de que gobernar con unos presupuestos prorrogados sería “muy complicado”, aunque por el momento, el escenario más catastrofista no se contempla. Hay predisposición a “dialogar, dialogar y dialogar”, tal y como ha insistido Méndez de Vigo en estas dos últimas semanas.
Será fundamental el contacto con los socialistas, que por el momento insisten en el “no” a aprobar las nuevas cuentas del PP, aunque el Gobierno aún pide “paciencia” por la “crisis interna” por la que atraviesa. Así como también serán importantes los contactos que se emprendan con el PNV, donde el papel de Santamaría será especialmente relevante.
Elsa S. Vejo