El magistrado José Manuel Maza, que asume con «responsabilidad» el cargo de Fiscal General del Estado para el que ha sido propuesto, ha optado por la prudencia y ha evitado opinar sobre cómo afrontará asuntos como el reto soberanista en Cataluña, ya que cree que sería «temerario» hacerlo en este momento.
Maza, que hoy se encontraba en Barcelona como ponente invitado de Esade para impartir una lección de «Corporate Compilance» a una cincuentena de alumnos, ha afirmado ante los periodistas que afronta el encargo del Gobierno con «sentido de la responsabilidad» pero ha evitado concretar su opinión sobre los asuntos más espinosos, como el papel de la Fiscalía ante el desafío soberanista catalán.
«Para mí este es un momento de silencios, de no dar opiniones. Un tiempo de silencios expectantes. Tengo que pasar el escrutinio del Congreso, un informe pasivo del Consejo General del Poder Judicial, ni siquiera tengo el nombramiento, sólo la propuesta del Gobierno. Tengo que pasar muchos filtros, ahora no puedo opinar», se ha excusado.
Ante la insistencia de los periodistas para conocer si respalda la línea de mano dura de su predecesora, Consuelo Madrigal, sobre el proceso independentista catalán, Maza ha reconocido que en estos momentos ni conoce, ni sabe ni tiene fundamentos para hablar sobre «dónde está el problema y qué soluciones puede haber».
«Se pueden imaginar que yo ahora mismo no creo nada, ni pienso nada, ni afronto nada, porque ahora es más momento de silencios para mí. Y todos los problemas que se me puedan plantear, cuando se me planteen, si es que se me plantean, pues tendré que estudiarlos con los equipos correspondientes y tomar decisiones», ha indicado.
Con una trayectoria de más de 40 años en el mundo del derecho penal, Maza, que actualmente es magistrado de lo Penal del Tribunal Supremo, ha subrayado la necesidad de estudiar «muy a fondo» los asuntos «complicados», por lo que ha reconocido que dar su opinión hoy sobre las cuestiones más controvertidas «sería temerario».
«Estaría dando muy mal ejemplo y muy mala imagen de mi desempeño en el cargo si me atreviera a opinar sobre temas importantes», ha apuntado Maza, que ha reconocido que no sigue en los periódicos la información judicial.
«Vengo de un puesto (como juez) en el cual el trabajo me venía dado desde fuera, se me planteaba desde fuera, me acudían las acusaciones y las defensas para que decidiéramos. Hasta que no esté sentado en el puesto (de Fiscal General) no sé el alcance de los problemas, ni si se me van a plantear. Y espero que los problemas sean los menos problemas», ha insistido.
De esta forma, también ha esquivado responder si era partidario de que los casos de desobediencia al Tribunal Constitucional se diriman en el ámbito penal: «no puedo opinar, dentro de un tiempo, si se diera el caso, lo diría, con toda la tranquilidad del mundo, pero en este momento es una temeridad. Las opiniones que uno pueda tener no son para dar en las circunstancias en las que ahora me encuentro».
En cambio, ha considerado como un tema «muy interesante» el debate abierto sobre si se debe cambiar la ley para que en España los fiscales pasen a dirigir la instrucción de los procesos judiciales, aunque no ha querido concretar si era partidario o no.
«Hay que examinar y profundizar en iniciativas de este tipo, pero los experimentos, con gaseosa», ha advertido Maza, que ha subrayado que es favorable a buscar medidas que sirvan para agilizar la justicia.
Maza, que ha ejercido como juez en Valencia, Galicia, Madrid, Asturias y León, ha explicado que acude con frecuencia a Cataluña, donde tiene amigos y de donde procede su pareja, que es de Barcelona.