El rechazo a la independencia gana adeptos en Cataluña. Esta opción se impondría por la mínima en un hipotético referéndum soberanista, según se desprende del último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO). El 'sí' a que Cataluña fuera un Estado independiente perdería fuelle y pasaría del 47,7% del pasado junio al 44,9% de este mes, mientras que el 45,1% de los catalanes se decantaría por el 'no'.
El sondeo, el primero que se elabora la Generalitat desde que Carles Puigdemont anunció la consulta soberanista para septiembre de 2017, apunta a un «empate técnico» entre los partidarios y los detractores, con una ligerísima ventaja del rechazo de la secesión. «Es un empate técnico al estilo cupero», ha ironizado el director del CEO, Jordi Argelaguet, durante una rueda de prensa. Ante este resultado tan ajustado, el 9,9% de los encuestados que no sabe o no contesta sería clave para inclinar la balanza en un eventual referéndum.
Así las cosas, la diferencia entre las dos opciones ha mermado de forma considerable. En el barómetro publicado en el mes de junio los partidarios de la independencia alcanzaba el 47,7%, mientras que la opción de permanecer dentro del territorio español contaba con menos apoyo, el 42,4%. El anterior peor resultado del independentismo data de junio de 2015, cuando bajó al 42,9% en un momento en el que el 'no' estaba en el 50%.
En cuanto a los próximos meses, el director del CEO ha augurado que la «reiteración del 'no'» del Gobierno de Mariano Rajoy a la demanda catalana de pactar un referéndum puede llevar a los «federalistas a tirar la toalla» para pasarse al bando del 'sí' a la independencia.
La mayoría de JxSí y la CUP, en peligro
El estudio, elaborado a partir de 1.500 encuestas realizadas entre el 17 de octubre y el 3 de noviembre, detecta la pérdida de intención de voto en todas las fuerzas del Parlament salvo Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) y el PP.
Junts pel Sí (JxSí) volvería a ganar unas elecciones al Parlament si se celebrasen ahora, aunque perdería intención de voto a pesar de mantenerse en una horquilla de entre 60 y 62 escaños (actualmente tiene 62). La CUP, por su parte, caería de los 10 diputados actuales a los 6-8 asientos, por lo que estaría en peligro la mayoría absoluta soberanista que ambos partidos poseen actualmente en el Parlament. Las fuerzas independentistas lograrían la mayoría en la banda alta, mientras que la perderían en la baja.
Las fuerzas soberanistas no son las únicas formaciones que pierden fuerza dentro del especto político catalán. El último 'CIS catalán' pronostica también un retroceso de Ciudadanos, que pasaría de 25 a 20-21, aunque se mantendría como segunda fuerza política. El PSC, en pleno debate interno sobre cuál debe ser la relación en un futuro con el PSOE, caería ligeramente y se quedaría en 14-15 escaños, frente a los 16 actuales.
CSQEP protagoniza el ascenso más espectacular al subir de 11 a 19-20 parlamentarios y le pisaría los talones a Ciudadanos. Su crecimiento en la encuesta se explicaría por captación de voto de votantes del PSC, de la CUP y los abstencionistas. El PP catalán también crece y pasaría de los 11 escaños que tiene actualmente a 13-14.
Samuel Jiménez