Humillaciones, golpes, insultos y abusos sexuales. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) denuncia que más de 7.000 mujeres marroquíes que trasladan fardos a cambio de una comisión desde el polígono del Tarajal (Ceuta) hasta las localidades alauitas próximas a la frontera han sido víctimas de maltrato por los cuerpos policiales, tanto españoles como marroquíes. Así se desprende del informe elaborado por la organización titulado ‘Respeto y Dignidad para las Mujeres Marroquíes que portan Mercancías en la Frontera de Marruecos y Ceuta’. El escrito demuestra que en la frontera se vulneran los derechos humanos de forma sistemática. “Reciben insultos, palos, abusos sexuales. Se ve cómo la policía va con la porra en la mano, ni siquiera la llevan colgada de la cintura como en el resto de España”, explica a este diario Amin Souissi, miembro del área de solidaridad de APDHA.
La organización sostiene que mientras se producen estas vejaciones, las autoridades de ambos lados de la frontera “miran para otro lado”. “Trabajamos con muchas asociaciones del norte de Marruecos, de mujeres y de derechos humanos. Además, llevamos tiempo observando lo que allí ocurre. Todo el mundo sabe lo que ocurre allí con esas mujeres y nadie hace nada”, lamenta Souissi. El informe revela que las condiciones en las que estas mujeres realizan el trabajo son “absolutamente denigrantes”.
90 kilos a sus espaldas
Las porteadoras llevan entre 60 y 90 kilos de peso a sus espaldas durante horas mientras muchas veces son insultadas, humilladas y acosadas. Según la APDHA, las autoridades emplean la violencia para mantener las filas en la frontera. Estas mujeres cobran una media de diez euros al día. “Son mujeres que entran a trabajar de manera legal porque la mayoría son de Tetuán y no necesitan visado para entrar en Ceuta, pero parece ser que molestan a la hora de cruzar la frontera. Lo que hacen es portear la mercancía desde Ceuta para llevarla al lado marroquí”, asegura Souissi, que insiste en la brutalidad empleada por las autoridades. “Tampoco hace falta leer ningún informe, simplemente con acercarse a la frontera y observar durante cinco minutos se puede ver lo que pasa. Es lamentable que los gobiernos responsables no hagan nada al respecto. Todo el mundo mira para otro lado”, añade el portavoz de la APDHA.
Por otro lado, el estudio también ratifica que en los meses de verano las mujeres no tienen acceso a agua potable, baños públicos o sombras para cobijarse a pesar de estar obligadas a permanecer durante horas bajo el sol. “Cuando las agreden se sienten culpables, sienten que están haciendo alfo ilegal cuando no es así. En la zona donde trabajan no existe ningún servicio para poder hacer sus necesidades, tampoco un grifo de agua”, afirma Souissi. De hecho, hace siete años dos mujeres fallecieron mientras realizaban su trabajo. En 2009 se produjo una avalancha, según APDHA provocada por los cuerpos policiales, en la que dos mujeres, Busrha y Zhora, murieron. “Hay que recordar que ha habido muertes. En el 2009 murieron dos mujeres en el polígono del Tarajal debido a la avalancha porque la policía iba detrás pegándolas. Fue en el lado español. Y nadie ha asumido esta responsabilidad”, recuerda el portavoz de APDHA.
Cambio de infraestructuras en el Tarajal
Tal y como explica el informe, la asociación plantea la mejora de las condiciones laborales de las porteadoras, la mejora de las infraestructuras de la frontera, puesta en marcha de protocolos de actuación, delimitación de los cuerpos de seguridad de las fuerzas de seguridad en ambos lados de la frontera, protocolos de actuación sobre la salida de mercancías y la apertura de una aduana comercial entre Ceuta y Marruecos que permita una actividad comercial “digna y legal”. “Estamos acostumbrados a hablar de la valla de Ceuta y Melilla y de la entrada de subsaharianos, pero nadie habla del abuso a estas mujeres que ocurre diariamente. Por eso queremos visualizar este problema. Cualquiera puede acercarse y ver lo que está pasando”, sostiene Souiss.
Además de la elaboración del informe, la asociación ha impulsado la campaña titulada ‘Porteadoras: La injusticia a la espalda’ para tratar de ejercer presión sobre el Gobierno español y marroquí y velar por el cumplimiento de los derechos humanos y erradicar el maltrato sistemático a estas mujeres en la frontera.
Marina García-Rico