La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha condenado los incidentes de anoche en Manresa (Barcelona), donde unos cien independentistas lanzaron pintura y quemaron fotos del Rey delante del cuartel del cuerpo, y ha pedido contundencia para que los agentes no vivan en Cataluña «otro País Vasco».
Los independentistas protestaban por la detención de cinco miembros de la CUP que se negaron a comparecer ante el juez tras quemar también fotos del Monarca, y los Mossos d'Esquadra tuvieron que desplegar un fuerte dispositivo para proteger el cuartel y alguno de sus agentes recibió el impacto de las bolas de pintura.
Según un comunicado de la AUGC, además de lanzar objetos y proferir insultos, los concentrados lanzaron consignas para que la Guardia Civil abandone Cataluña.
El hostigamiento contra el cuartel obligó a cerrar sus puertas, subraya la AUGC, que recuerda que dentro se encontraban las familias de los agentes, incluyendo menores, que pasaron «momentos de mucho miedo».
«Resulta absolutamente intolerable que en un Estado democrático se produzcan estas acciones contra los trabajadores de la seguridad pública y sus familias», dice la AUGC, que reclama a las instituciones que actúen con «contundencia» para atajar estos actos vandálicos.
Porque, según subraya la asociación, los guardias civiles no quieren que sus familias «se vean abocadas a vivir otro 'País Vasco', ni que se utilice a la Guardia Civil como instrumento de protesta contra el Estado».
«Ninguna ideología o corriente política puede amparar la violencia. Por desgracia, los guardias civiles siguen sufriendo el aislamiento y la violencia en otras zonas de España, como se ha demostrado recientemente en la localidad navarra de Alsasua», concluye el comunicado de la AUGC.
EFE