La Policía Nacional ha detenido en las localidades madrileñas de Móstoles y Fuenlabrada a seis nigerianos por explotar sexualmente a mujeres de su nacionalidad en zonas céntricas de la capital y a las que sometían a rituales de yuyu vudú para asegurar su lealtad.
Según informa la Dirección General de la Policía, los detenidos formaban parte de una organización criminal de ámbito internacional que se dedicaba a la captación de mujeres en las zonas más deprimidas de Nigeria, en concreto en Edo State (Benin City), bajo la promesa de un trabajo en Europa.
Durante la operación han podido ser liberadas cinco víctimas, a las que habían sometido a prácticas de yuyu vudú, y se han practicado dos registros en las citadas localidades, donde se han intervenido cerca de dos mil euros y efectos relacionados con rituales.
Las pesquisas determinaron que tras captar a las víctimas bajo engaño aprovechándose de su situación de necesidad, la red les facilitaba documentación para eludir los controles policiales a los que pudieran ser sometidas a su llegada.
Unos documentos que cuando ya eran utilizados por las mujeres se devolvían a Nigeria para un nuevo uso por parte de otras que se asemejaran físicamente a la que figuraba como titular.
Antes de ser trasladadas hacia Europa eran sometidas a rituales de yuyu vudú, con lo que la organización se aseguraba la lealtad de las víctimas, a la vez que se les informaba de que por dicho viaje iban a contraer una deuda económica de entre 40.000 y 50.000 euros.
Si no la pagaban, les advertían de que podrían sufrir grandes males e incluso su propia muerte o la de familiares como consecuencia de los efectos de estos rituales de magia.
Para entrar en Europa, la red utilizaba la vía más común empleada por las mafias nigerianas. Así, desde sus lugares de origen llegaban hasta Libia y, desde allí, accedían a las costas italianas. Una vez en suelo europeo, eran trasladadas hasta su destino final en España.
En el trayecto estaban acompañadas de algún «pasador», la persona que se aseguraba de que las víctimas llegaran al destino y la que les daba directrices ante las posibles preguntas policiales.
Una vez en España, estas mujeres tenían una total dependencia de la organización, quedaban desprovistas de documentación, no cocían la cultura, el idioma ni la legislación y no tenían medios de vida.
Estas circunstancias, unidas a las arraigadas creencias en los rituales de yuyu vudú a los que fueron sometidas en su país de origen, les impedía denunciar.
La operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, en funcionamiento desde 2013 y que motivó la activación de la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo [email protected] para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.