sábado, septiembre 21, 2024
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“Si queremos unir a 10 o 12 millones de votantes, Rivera no es el camino”

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Juan Carlos Bermejo, miembro de la agrupación de Ciudadanos de Las Rozas, es el único valiente dispuesto a disputar el liderazgo a uno de los hombres agarrados con más fuerza al trono de su partido: Albert Rivera. Este empresario madrileño, con negocios de distribución informática en España e Italia, decidió en enero de 2015 afiliarse por primera vez a un partido político. Eligió Ciudadanos. Él creía que la organización que lideraba Rivera siempre sería un instrumento de la gente. «Mi agrupación empezó con mucha ilusión. Hoy está devastada y desmotivada. La gente ya no participa en los grupos de trabajo», explica Bermejo en esta entrevista con Estrella Digital, donde reconoce un gran enfrentamiento entre militantes y cargos públicos.

La ilusión en su agrupación sólo duró en año. Pero dice haber encontrado la fórmula para ganar las próximas elecciones: dejar la ideología al margen y unir a sus tres millones de votos, al menos la mitad de los de Podemos y una buena parte de los once millones de abstencionistas. Cree que puede desbancar al PP.

Eso sí, el aparato de Ciudadanos ya se ha ocupado de que sus armas para lograr el liderazgo de la formación sean pocas. Las listas se presentan este lunes o martes y las votaciones son entre el jueves y el viernes. Bermejo ha intentado darse a conocer a través de los medios de comunicación, pero sus artículos y entrevistas ni siquiera han entrado en los resúmenes de prensa que elabora diariamente la formación.

Ciudadanos reclama constantemente transparencia y democracia interna al PP, pero sus mecanismos son calificados de «barreras arquitectónicas» por los suyos. «Si un día queremos unir el país y juntar a 10 o 12 millones de votantes, éste no es el camino», advierte el rival de Rivera a la presidencia de Ciudadanos.

Entonces, ¿cuál es el camino?

El camino es el ideario que tenía Ciudadanos en su inicio. Y el del movimiento ciudadano, que no es otro que formar parte de la sociedad civil. En estos dos años he notado que el partido se ha convertido en otro aparato del Estado y se está acostumbrando a vivir de él. Hoy tenemos una organización anquilosada. Ya no está en la calle, no está con la gente, no está con las asociaciones y tampoco en las agrupaciones.

Y eso, ¿de quién es culpa?

Lógicamente, de Albert Rivera. Él es el que dirige el partido.

Entiendo que eso es lo que le lleva a usted a presentarse a la presidencia nacional del partido…

Por supuesto. Albert Rivera parece abducido por los que tienen alrededor.

Usted habla de Ciudadanos como si fuera una formación nueva como Podemos, pero no es así. Ciudadanos llevaba más de diez años en el parlamento catalán…

Sí, pero realmente no era esa la idea que se reflejó al menos en la última Asamblea que esta formación aprobó. Puedo entender que ellos entraran en el juego del sistema parlamentario, porque tampoco tenían otra opción. Pero una vez que ya saben quién eres y estás en las instituciones cumple tu cometido: ahora mismo tenemos a los diputados nacionales enfrascados en la actividad parlamentaria. Están burocratizados totalmente. El trabajo que hacen no se ve. No es efectivo.

Mientras tanto, las agrupaciones están devastadas y desmotivadas. Y la comunicación es muy endogámica. Si tu echas un vistazo a nuestros tuit y los perfiles es todo endogámico. No buscan captar votos de Podemos, o del PSOE o del PP…Parecen comisarios políticos.

¿Usted está seguro de que no será abducido como Rivera? ¿Qué puede aportar nuevo a todo esto? El sistema está muy encorsetado…

Yo haría todo lo contrario. Yo sacaría a los partidos del aparato del Estado inmediatamente. Pero eso me lleva primero a que la gente me apoye. Y segundo, a cambiar las reglas del juego.

¿Cómo haría eso? ¿Eliminaría el Parlamento?

No, no eliminaría el Parlamento. Pero por ejemplo, sí evitaría que los partidos estén pagados por el Estado.

Y ¿quién paga a los partidos entonces? ¿Los empresarios?

No, los afiliados. Los donantes, como ocurre en EEUU.

Precisamente en EEUU, los principales donantes son grandes empresarios…

Eso me da igual. Lo que quiero decir con esto es que los ciudadanos no pueden pagar a los partidos. Los partidos no pueden estar viviendo del Estado porque esa es la principal corrupción que hay. Los partidos tienen que estar en la sociedad y ganarse los votos en la sociedad. Y por supuesto, nada de listas cerradas. Que cada uno se trabaje su distrito y el que gane ahí es el diputado. Esto no es una democracia, esto es un cachondeo.

¿Cuándo decide exactamente que va a disputar el liderazgo a Albert Rivera?

Yo lo decido el día que se firma el acuerdo con el PP. Ahí ya veo que nuestro partido tiene las horas contadas.

¿Pero con el PSOE le pareció bien?

Sí. Para empezar, el PP se negó a formar gobierno. Eso ya me pareció una desvergüenza. Segundo, el PSOE solamente tenía la posibilidad de gobernar si se llevaba al huerto a Ciudadanos. No le quedaba otra. Y lo consiguió. Un gobierno de Sánchez con el apoyo de Ciudadanos y Podemos, y con las armas del Estado (el fiscal general del Estado, la Policía, el CNI y la Guardia Civil) podía haber limpiado todo su partido de corrupción, en Andalucía principalmente, el PP rancio estaría ya procesado también. Ahora se estarían promoviendo las reformas que necesita España.

Que son…

La ley electoral, la separación de los poderes, la eliminación del gasto desmesurado de enchufados…Y no la reforma de los autónomos. Que está muy bien, pero ¿qué nos lleva eso? ¿tres meses? Lo de la paternidad ya estaba…Estamos perdiendo el tiempo. En las próximas elecciones nos arriesgamos a que vuelva a arrasar la mafia azul o la roja.

¿A usted le hubiera parecido bien un acuerdo con el PSOE y Podemos?

Sí, claro. Lo que pasa que no fue posible.

¿Eso significa que el Ciudadanos que usted quiere construir escora más a la izquierda que a la derecha?

No. Honestamente le digo que eso de la izquierda y la derecha no me importa. Lo natural era que el PP saliera del Gobierno. Y que fueran las fuerzas del cambio (Ciudadanos y Podemos) las que hubieran cambiado las cosas. Yo creo que deberíamos de haber explotado esa posición. Tampoco hubiera permitido nunca que Susana Díaz siguiera gobernando en Andalucía. Ahí, el acuerdo hubiera tenido que ser con el PP, Podemos y Ciudadanos. Y en Madrid tampoco hubiera apoyado a Cristina Cifuentes.

A usted el argumento de la lista más votada no le convence, ¿no?

No. Con las reglas del juego que tenemos hasta el momento, ¿por qué tiene que ser la lista más votada la que gobierne? Y menos si la lista más votada es la más corrupta, y la suma de las demás fuerzas la superan…

 

Elsa S. Vejo

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