Dos jóvenes, de 27 y 32 años, amigos y vecinos de Trazo y Val do Dubra, perdieron la vida en la tarde de ayer en un accidente de tráfico ocurrido a las 17.00 horas en la carretera DP-5903, de Ordes a Portomouro, en el lugar de Pontraga (Tordoia), a tan sólo cuatro kilómetros de la villa de Ordes. Los fallecidos responden a las iniciales de J.M.L y M.L.C, que viajaban en un Peugeot 308 que se precipitó al río Lengüelle, justo en el punto que marca el límite entre Tordoia y Ordes.
La Guardia Civil investiga ya las causas por las que el coche se salió de la carretera. Algunos vecinos del lugar afirman que segundos antes de escuchar el fuerte estruendo del impacto, oyeron el ruido del vehículo que según sus versiones circulaba a gran velocidad. Tras el choque, los vecinos de las viviendas más cercanas alertaron a los servicios de emergencia, mientras veían cómo el coche se sumergía rápidamente en las profundidades del río Lengüelle. Hay una mujer de la zona que afirma que uno de los lugareños intentó lanzarse al agua para intentar socorrer al conductor y su acompañante, pero desistió a los pocos segundos al ver que el turismo se hundía rápidamente en una zona donde el agua bajaba muy turbia, asegura el periódico, 'La Voz de Galicia'.
Aunque no hay nada confirmado, fuentes cercanas a la investigación aseguran que el coche no contaba con ningún tipo de seguro. Las primeras elucubraciones hablan de que el vehículo pudo haberse golpeado contra una piedra situada en el borde del precipicio del río, y que desapareció dejando un pequeño hueco en la tierra. Tras este primer choque, el coche no se deslizó por la ladera, sino que salió despedido contra las ramas de un árbol para caer después al río. Algunas fuentes apuntan a que los fallecidos fueron localizados en la parte trasera del coche, que quedó volcado con el techo hacia abajo, lo que hace pensar que ambos intentaron escapar del coche por la luna trasera del coche. El Peugeot quedó siniestro total y sólo la matricula facilitó la identificación del mismo.
Al lugar del siniestro llegaron los bomberos de Ordes que intentaron acceder al vehículo, pero al carecer del equipo necesario, desistieron. En un segundo intento, un policía local también sin el equipo adecuado, entró en el agua al tiempo que lo sujetaban sus compañeros con una cuerda, y pudo confirmar que no había supervivientes. Tras varias horas de espera, los submarinistas del Instituto Armado llegaron al lugar e inspeccionaron el cauce para asegurar que no había más víctimas mortales. Al final, fue una grúa la que consiguió extraer el vehículo de las profundidades del río.
Carlos Lospitao