Las bases han votado. De los 455 mil inscritos teóricos, hay 165 mil que han dejado de participar. Por lo tanto, el universo electoral real es de 290 mil electores, de los que han participado por encima de los 155 mil, es la mitad de los inscritos reales. La cifra es superior a la de las últimas votaciones; la consulta sobre el acuerdo ciudadanos y PSOE reunió a 147 511 votantes de la formación. Los resultados se conocerán mañana a las dos de la tarde.
La presión de la Asamblea y el espacio regalado a los «anticapitalistas» hizo que el puño se impusiera a la V. La impresión es que Errejón no ha podido desarrollar su crítica política en ese ambiente de presión. Parece haberse aceptado la convergencia y, por lo tanto, su espacio carece del sentido que parecía tener hace unas horas. Las votaciones dirán si eso es así.
La presión por la unidad
La presión por la unidad han sido evidente. Llegan probablemente tarde ya que en las redes y las votaciones se ha dirimido una cruda confrontación. Todos los protagonistas han utilizado la tribuna para hacerse portavoces de esa unidad y de la gente, alejándose de la imagen de conflicto y de peleas de liderazgo que han definido los últimos meses.
El silencio político de las candidaturas más relevantes han sido utilizados especialmente por los portavoces de los documentos “anticapitalistas” para ocupar el espacio de la crítica a los principales contendientes y las apelaciones a la unidad.
Minutos antes de acabar el periodo electoral, Irene Montero del equipo de Iglesias se ha apuntado a la unidad, afirmando que el 13 saldrán unidos, “con algunos cambios”.
La candidatura de Iglesias
Iglesias ha dado por cerrado el contenido político de su discurso por la mañana. Pablo Iglesias, ha ignorado a Juan Moreno Yagüe, su aparente competidor, para defender lista al Consejo Ciudadano. Yagüe ha tenido su minuto de gloria asamblearia pero ha pasado completamente desapercibido.
Iglesias ha defendido a su equipo pese a que ambas cuestionen se votan por separado y para enfado de los «errejonistas» que le han reprochado que no desgranara su proyecto ni planteara contenido político a su intervención.
En la presentación de su candidatura no ha recurrido a demasiados elementos políticos. Ha desgranado los componentes de su candidatura desde “la sicóloga valiente” (Irene Montero) a un economista que “da un paso adelante” (Vicenc Navarro).
Al final de su intervención Iglesias ha citado de pasada y de manera sobria a los líderes de las otras dos corrientes de Podemos además “por eso os tengo que hablar también de Íñigo Errejón y Miguel Urbán”. No ha dicho nada de ellos, ningún elogio ni comentario. No ha dejado de apuntarse al mantra del día: “A partir del día 13, unidad”
Otros portavoces
Rita Maestre, ha insistido en la búsqueda de una “organización más democrática “ y una voz propia de las bases, sin “ningún tipo de tutela”; también apeló a uno da las bichas de los “errejonistas” a lo largo de los distintos territorios: la separación de poderes y las comisiones de garantías para la que pidió que fuera “eficaz y garantista”, asi como a la descentralización: “Que las listas se dejen de hacer en Madrid. Fin de las listas plancha. Fin de los cuneros», dijo la portavoz del Ayuntamiento de Madrid que trató de apuntarse, también, al discurso general de unidad.
Miguel Urbán, en la defensa de sus posiciones ha reclamado una formación «con ética que construya una nueva cultura política que mejore y transforme la sociedad». A exigido, «competir menos y cooperar más» y ha rechazado que Podemos se convierta «en un partido de políticos profesionales» . Ha reclamado una estricta incompatibilidad «descentralizar» el partido «hacia las bases».