Dos personas, una mujer y su expareja, murieron a última hora de la tarde del lunes en una vivienda de la localidad gallega de Redondela tras producirse una explosión de gas. En el lugar había dos bombonas de butano en la casa con las mangueras manipuladas lo que lleva a los investigadores a la conclusión de que la explosión fue intencionada. Fuentes de la delegación del Gobierno, han asegurado en las últimas horas que el hombre lo tenía todo preparado, lo que confirma la hipótesis del crimen machista.
La explosión destrozó el interior de la vivienda ubicada en el barrio de A Pousadoura, Chapela, donde varios vecinos alertaron a los bomberos de Vigo alrededor de las 20:30 de la tarde tras haber escuchado una «fuerte explosión». A su llegada a la casa, los efectivos se encontraron en el pasillo los cadáveres de María José Mateo, 52 años, y de su expareja, Emilio Fernández Castro, de 47 años.
Según fuentes de la Policía Nacional, la opción más factible es que la explosión fuera provocada por lo que podría darse un caso de violencia doméstica. Hasta la fecha no se conocen antecedentes de malos tratos o denuncias previas aunque la pareja se encontraba en trámites de separación.
Tras la explosión, la casa, de dos plantas y garaje, quedó seriamente afectada en el interior por la onda expansiva que según han explicado vecinos de la localidad “hizo temblar todo”. El jefe del operativo de los bomberos confirmó ayer por la noche que tanto el pasillo como la habitación quedaron destrozados ya que la explosión derribó un muro de carga que hizo que se tuviera que apuntalar la fachada de la casa para acceder al interior.
La pareja llevaba poco tiempo separada aunque nos vecinos no conocían este dato. De hecho, era frecuente ver al exmarido de la mujer acudir con regularidad al domicilio para visitar a la mujer y al hijo de ambos, de ocho años, que en el momento de la explosión se encontraba en casa de sus abuelos paternos. De hecho, fue precisamente ayer lunes cuando los vecinos vieron al hombre de 47 años sacar unas bolsas de su furgoneta. Esta ha sido retirada con una grúa por orden de la policía para realizar un examen del interior.
La madre y la hermana de la víctima, que se encontraban en la zona, tuvieron que recibir asistencia médica mientras que uno de los hijos mayores de María José –de un anterior matrimonio- afirmó a varias personas del barrio que Emilio la había matado: “Se la ha cargado”.
Andrea Morea