sábado, septiembre 21, 2024
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Airbus quiere cargar otra vez a los clientes los sobrecostes de los fallos del A400M

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Es uno de los proyectos militares estrella que no acaba de salir adelante. Los costes se han disparado en 2016 por los múltiples fallos y Airbus no quiere lastrar sus cuentas con el proyecto, en el que participan varios países además de España. El avión de transporte militar A400M ha costado 7.000 millones de euros más de lo previsto y ha causado que la compañía, que se dedica también a diversos proyectos civiles, haya disminuido sus ingresos en el 63% en 2016.

Airbus no quiere cargar con ‘el muerto’ de los 2.200 millones que tuvo que poner de más solo el año pasado y ha pedido a sus clientes – Alemania, Francia, Reino Unido, España, Bélgica, Luxemburgo, Turquía y Malasia (agrupados en la Occar)- una renegociación de las condiciones del contrato. Airbus pretende que los países no penalicen a la compañía por los retrasos en las entregas y la disminución de las capacidades. «Estas penalizaciones son injustas”, decía este miércoles el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, que pidió «flexibilidad». 

Es la queja del ‘CEO’ de Airbus que se lamenta otra vez del contrato “poco realista” que firmó el grupo aeronáutico: un proyecto a un precio fijo y en el que la compañía asumía toda la responsabilidad del programa, incluidos los motores, pese a que son fabricados por un consorcio externo.

La sorpresa que han causado las declaraciones del máximo representante de la compañía han provocado que los países compradores reaccionen a la petición de una reunión ministerial que solicitaba. “El consejero delegado de Airbus sorprendió ayer a estos siete países con unas declaraciones ante los medios de comunicación sobre diferentes problemas que afectan al desarrollo actual del programa”, ha indicado el Ministerio de Defensa en una nota. Además, el departamento de Cospedal ha informado de que el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, ha emplazado a Enders a mantener una reunión a nivel de secretarios de Estado el 30 de marzo en Madrid. Conde quiere que Airbus ponga sobre la mesa “los problemas ocurridos en el programa A400M” que han motivado las declaraciones.

Fallos en motores, software…

La lista de problemas con los que se ha encontrado el proyecto del A400M es larga. Los del durante el último año, se han centrado en los cuatro motores turbohélice con los que cuenta el aparato. La mitad de los aviones tuvieron que cambiar las cajas reductoras por un lado, había un fallo en los propulsores de los aviones. Pero, además, se detectaron unas grietas de un componente metálico que provocaba que pequeñas partículas cayeran en el sistema de aceite. El fallo afectaba a los dos motores que giran en sentido de las agujas del reloj (el motor 1 y 3).

Airbus ha acusado directamente al consorcio que se encargó de fabricar y diseñar esos motores y culpa a los países de esa elección, de ahí que pidan responsabilidad a los gobiernos de los países compradores. “En el arranque del programa nos dejamos convencer por algunos jefes de Gobierno bien conocidos para confiar los motores a un consorcio con poca experiencia”, dijo Enders en mayo. El motor, el Europrop International TP400-D6, fue diseñado por un consorcio que integran la alemana MTU, la francesa Snecma, la británica Rolls-Royce y la española ITP.

Ahora, solo la revisión de los aviones ya entregados y el cambio de las cajas reductoras de los motores para paliar estos problemas ha supuesto 1.200 millones de euros. Son General Electric y Avio quienes se ocupan de estas revisiones.

Otro fatídico fallo, que costó la vida a cuatro personas y heridas en otras dos en un accidente en Sevilla en 2015, fue el problema de software del aparato. Un A400M que realizaba un vuelo de prueba en la planta de ensamblaje final en Sevilla se estrelló al poco de despegar. El fallo de los programas informáticos que controlaban el motor y las hélices hizo que el aparato perdiera potencia en el despegue porque el software de uno de los motores eran más antiguo que el de los tres restantes.

En cualquier caso, Airbus ya ha pedido en más ocasiones ayuda a los países compradores. En 2010, tuvieron que aportar 3.500 millones de euros -1.500 millones en créditos reembolsables- para que el programa militar continuara adelante.

Un proyecto que comenzó en 2003

El proyecto pretende la creación de “un avión de transporte muy versátil, capaz además de servir como avión táctico de reabastecimiento aire-aire suministrando combustible a otras aeronaves de transporte, incluyendo otros A400M”, según describe el Ministerio de Defensa. Se lanzó en 2003 pero no ha sido hasta el pasado mes de diciembre cuando España recibió su primer avión en la planta de Sevilla, con una presentación espectacular a la que acudió la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Quedan otros 26 por recibir en los próximos 26 años. 

Es precisamente allí donde se encuentra la Línea de Ensamblaje Final (FAL) y los centros de ensayos, entregas y entrenamientos, pero también las plantas de Getafe, Tablada y Centro Bahía también tienen su importancia en el desarrollo del avión. De ahí la importancia que le ha dado el Ministerio de Defensa a las declaraciones de Enders.

Paula Pérez Cava

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