Los estibadores presionan y difunden sus ideas. Usted busca en el registro de Grupos de Interés y no los halla. Las empresas eléctricas se reúnen con el Gobierno para modificar tarifas, si vamos al registro tampoco se encuentran.
Los grupos parlamentarios oyen a banqueros y banquera (solo hay una), pero no están registrados como gente que presiona o influye en los ámbitos institucionales. Va Usted al registro donde se supone encontrará a los que cobran por ser influyentes y no encuentra a nadie. No llegan a cuatrocientas entidades lobistas reconocidas, una cifra irrisoria: solo los licitadores en las administraciones públicas hacen empalidecer esa esa cantidad .
El PP propone que el Congreso de los Diputados establezca un registro de lobistas donde se reconozca quiénes son, qué reuniones y con quién las celebran y las prácticas de transparencia a las que están sujetas. Coincide así con una parte de una propuesta de Ciudadanos y hereda una idea de Democracia y Libertad, ahora PdeCat y antes Convergencia, lo que tiene, para que engañarse, cierta ironía.
El registro de la CNMC
El caso es que la CNMC lleva, desde el primer trimestre de 2016 intentando, con modesto éxito para que engañarse, construir un Registro de Grupos de Interés al que nadie, ni la Administración ni el sector público, prestan atención. A fecha de hoy, 13 de Marzo, la página de la CNMC señala a 397 escritos, una cantidad muy reducida para la cultura corporativa y el peso del PIB español.
Ni grandes empresas ni sus asociaciones.
De las 397 entidades inscritas, el 55% de ellos pertenecen al tejido empresarial, aunque las empresas se han llamado a andana ante la convocatoria de la CNMC.
La mayor parte son asociaciones. Solo 36 empresas y grupos de empresas se han registrado como organizaciones que buscan influencia, lo que parece poco transparente. De las seis empresas del IBEX35 que resumen el 57,62% de la capitalización del índice bursátil español, solo Telefónica se ha registrado.
No lo han hecho ni el Santander, ni el BBVA, como tampoco lo han hecho el resto de las entidades financieras, especialmente las más relevantes. Inditex tampoco se ha registrado, no lo han hecho Iberdrola y REPSOL, a los que acompañan en la ausencia las otras entidades del sector de la energía.
De las cuatro siguientes sociedades no se han registrado Abertis, Caixabank, Amadeus ni Ferrovial. Tampoco encontrarán Ustedes registradas a Orange ni a Vodafone.
Las grandes constructoras y licitadoras de obra pública que se reúnen con administraciones y representantes políticos con frecuencia no difícil de imaginar no se han registrado: ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, OHL y Sacyr pasan del registro.
Ni consultoras ni bufetes
El siguiente grupo de influencia en el registro son las 90 entidades consultoras o de asesoramiento. No se crea que un 23% de registros reconocidos por lobistas declarados mejoran la impresión.
Algunos bufetes, desde luego no todos los relevantes, con el pretexto del secreto. No encontrará, con la notable excepción de INDRA; ninguna de las consultoras relevantes (Accenture, Altran, Atos, Ayesa, Bilbomática, Capgemini, Cegos, Connectis, Delaware, Deloitte, EY, Everis, GFI Informática, HP, IBM, Informática El Corte Inglés, Insa, Neoris, Oesía, PWC, Sopra Group, Tecnocom, Telvent, Unisys, Vass)
Nada de Sector Público
Ninguna de las entidades que conforman el sector público español, ni sus fundaciones se ha registrado. Es llamativo el caso de las Universidades Españolas a las que correspondería su registro como entidades investigadoras o a sindicatos de la función pública. Tampoco la privatizada AENA o la Agencia de Seguridad Aérea, y otras tantas influyentes organizaciones se han registrado.
ONG´S, ni fundaciones, ni laboratorios de ideas
Ninguna de las fundaciones de las formaciones políticas (desde la Fundación Alternativas, próxima al PSOE, a la de Podemos) o ajenas como son FAES, ahora, o el Real Instituto Elcano tampoco aparecen.
Es evidente que si alguien ha nacido para ser lobista son las Organizaciones no Gubernamentales o los sindicatos. No pierdan el tiempo buscándolas en el registro, no las encontrarán. Con la honrosa excepción de CERMI (trabaja con discapacidades) o la OCU, las entidades más conocidas: CC.OO y UGT, Federaciones de Asociaciones de Vecinos, Plataformas antidesahucios o entidades defensoras de intereses concretos como ADICAE no aparecen registradas.
Una escandalosa minoría
En suma, es España debe dominar le lobista sumergido, poco transparente y sin código de prácticas aceptado.
En Inglaterra hay registrados hasta el pasado verano más de 118.000 grupos de presión; en Bruselas hay registrados 30.000, 40 lobistas por cada eurorepresentante y uno por cada dos funcionarios y funcionarias. El gobierno alemán tiene controlados más de 5000 grupos de presión. En Francia, el registro oficial de la Asamblea es casi tan magro como el español, pero las agendas parlamentarias públicas han identificado a más de 2500 influyentes.
¿Por qué un Registro de Grupos de Interés?
Las razones a las que alude tanto el registro existente como el nuevo formato que pretende el PP son la trasparencia, las buenas prácticas de quienes defienden intereses corporativos y los mecanismos de control de sus actividades.
El registro que propone el PP es más una presión a los diputados y diputadas que a los lobistas poco dados a la tyransparencia y que, como es conocido, aman los viejos cafés y los hoteles y restaurantes más que los despachos con registros.
Miguel de la Balsa