La UNED es la universidad que no se ve, pero que está en todas partes. La universidad Nacional de Educación a Distancia tiene ni más ni menos que 160.000 alumnos matriculados. Unos alumnos especiales, como especial es la dificultad de sacar adelante una carrera sin clases presenciales. Una universidad diferente a las demás que tiene elecciones a rector estas semanas. Entre los candidatos, José Carpio, catedrático de ingeniería magro de carnes y repleto de proyectos. El candidato está escandalizado por el agravio en financiación para sus alumnos por parte del Estado y quiere dar carpetazo a décadas de rectores «políticos». «Este era un paso para luego volver a la política», explica. Él no está a jubilarse ni a labrarse una carrera política, de momento quiere aprobar el examen de los votos.
–En su programa propone recuperar la universidad para los universitarios, suena sorprendente.
–En los últimos 15 años los rectores de esta universidad han tenido una componente política muy alta. Venían de la política y este era un paso para luego volver a la política. O como en el caso del actual rector, que siempre ha estado en cargos políticos. La idea es que quienes dirijan esta universidad tienen que ser profesores que han desarrollado su carrera en esta universidad y que después no tengan más pretensiones que volver a su cátedra. Su conocimiento, su experiencia ponerla al servicio de sacar a la UNED adelante.
–Y usted es un profesor-profesor.
–Yo he pasado por varias universidades, pero mi labor fundamental siempre ha estado aquí.
–La UNED es una universidad distinta a las demás. ¿Cree que se considera universidad de segunda?
–Sí y no. Puede considerarse de segunda porque tiene poca visibilidad. Es la mayor de España en cuanto a número de estudiantes. Está implantada en todo el territorio nacional, con una metodología propia, reconocida por ley. Tenemos buenos resultados, alumnos con una tasa de empleabilidad muy alta. Son gente que vienen ya con trabajo y hacen aquí una segunda carrera. Con ella se colocan mucho mejor. En preparación, formación, la disciplina que tienen que tener, porque hay que considerar que el trabajo se lo tiene que autogestionar el alumno, nos encontramos con que la disciplina de los que terminan es muy grande. Eso hace que sean muy valorados en la empresa. Y eso nos hace una universidad muy de primera.
–Lo que parece claro es que la UNED es una gran desconocida.
–Una de mis ideas, de mis dos idas generales desde las que desarrollo el programa es recuperar la universidad para los universitarios. La otra, que sea una universidad visible y conocida por la sociedad. Cuando la gente oiga hablar de laUNED, que sepa qué universidad es. Y que pueda valorarla también por la actividad que hace. Hay que hacerse conocer fuera del entorno.
«Tenemos que ser una universidad visible para la sociedad»
–¿Qué problemas ha identificado que tiene la UNED?
–El fundamental es el económico. La universidad pública se sostiene por la matrícula de los alumnos y la aportación de las administraciones. La UNED solo recibe dinero de la Administración central, no de las autonómicas. Siempre ha sido la debilidad de esta Universidad, la transferencia que recibe del Ministerio de Educación. Viendo datos reales me di cuenta que la UNED recibe una quinta parte de lo que reciben las demás universidades públicas españolas. El Estado complementa cada matrícula de un alumno de la UNED con 1.200 más. En otras universidades ponen 6.500 por alumno. Con ese handicap es dificilísimo gestionar. Lo primero que haré es ir al Ministerio, al Parlamento o donde haga falta a decir, “no me de más que a nadie, pero no tan poquito menos que a los demás”.
«La UNED recibe una quinta parte que las otras universidades públicas»
–Prevé también dar facilidades para las matrículas.
–Uno de los problemas que tiene la UNED es la alta tasa de abandono en el primer año. Esos alumnos lo intentan, pero este tipo de estudios a distancia requieren de mucha disciplina. Vamos a intentar flexibilizar el incremento de matrícula cada año. La carrera la hacen más lentamente, ese poco a poco que también se vea reflejado en el incremento de matrícula. Habrá que negociarlo con el Ministerio. Otro tema son ayudas financieras. Pienso que con 160.000 alumnos detrás, no será difícil ir a bancos para que den ayudas a un colectivo tan grande, algún tipo de préstamos al estudio en condiciones favorables.
–Da la sensación por sus proyectos que la UNED está un poco dejada por el actual rector.
–No por el actual, al que reconozco que el problema económico, piense que estábamos casi intervenidos por Hacienda hace cuatro años, lo sacó adelante con el apoyo de toda la comunidad universitaria, que aceptó las restricciones que se le impusieron. Al haber tenido rectores tan políticos, las políticas de gastos y boato en infraestructuras que no hacían falta nos han condenado económicamente. Nos sentimos algo abandonados también por el Ministerio, por esa financiación deficiente, por esa falta de visibilidad, que debemos ganar. Visibilidad no solo para que nos reconozcan, sino para podernos trabajar una financiación. Ha sido un abandono consentido por todo el mundo.
–¿Qué tal le ha sentado Bolonia a la UNED
–Bolonia ha sido más fácil para nosotros que para otras universidades. Introdujo la evaluación continua, el seguimiento de estudiantes, y eso ya lo hacíamos. Los alumnos veían a los tutores y ese trabajo computa en la nota con el examen, y eso que es una de las novedades de Bolonia, ya lo hacíamos aquí.
–La UNED tiene unas características peculiares, son alumnos no presenciales que quizás hacen más difícil que haya un espíritu de Universidad.
–No es así. Hace tiempo podría ser, hoy con las redes sociales hay comunidades de estudiantes que están más conectados de lo que se podría pensar. La labor de los centros asociados es muy importante, en todas las provincias hay un centro de la UNED, que les da el soporte presencial, donde se hacen las tutorías, los exámenes, antes las matrículas… Ahora con las redes sociales está todo el mundo muy conectado. Pero además de eso quiero potenciar la asociación de antiguos alumnos. Debemos ser la única universidad que no tiene de forma activa su asociación de antiguos alumnos. Lo mejor de la UNED son los alumnos, son gente estupenda, bien preparada que además agradece la oportunidad que les has dado de formación y de prosperar. Para quien conoce la UNED y la entiende, esta es una segunda casa.
–¿Se trataría de mejorar las interacciones y las oportunidades entre alumnos, entonces?
–Todos los años hacemos una reunión con los alumnos, vamos a dos centros de España, para concienciarlos, porque la facultad que dirijo, ingeniería, tiene pocos alumnos por lo extraordinariamente complejo que es hacerla a distancia. Invitamos a los colegios profesionales y también vienen antiguos alumnos que han terminado y están colocados, para que les animen y vean que esta carrera tiene sentido, no es un título de segunda. Nos han dicho que cuando alguien coge a un alumno de la UNED, la segunda plaza si pueden se la dan a un alumno de la UNED. Las reticencias son para quienes no nos conocen. Cuando ven cómo funcionan nuestros alumnos y sobre todo esa capacidad de organización que necesitan para acabar una carrera a distancia, los cogen sin problema.
–Usted es ingeniero, ha estado en relación con muchas con empresas. ¿Cree que está la UNED suficientemente pendiente de las necesidades del mercado laboral?
–Es uno de nuestros problemas. Debido a los escasos recursos que tenemos, el dinero que llega da para pagar las nóminas, mantener la infraestructura de los centros y atender el día a día. Nos permite muy poca inversión en investigación. No tenemos investigación aplicada que genere transferencia de manera que los resultados sean conocidos por las empresas. Eso creo que no se ha hecho bien. Una de las cosas que me preocupan y propongo es rehacer la fundación de la UNED, que ha tenido problemas. Crear una fundación de carácter privado, cuyo enfoque y misión sea estar pendiente del mercado laboral, de qué necesitan las empresas, qué podemos ofrecer, que venda lo que hacemos, el resultado de la investigación… Tenemos grupos que son referencia internacional. Y no se sabe. ¿Cómo la UNED no ha estado en la feria mundial del móvil de Barcelona, si somos la referencia en cualquier tipo de oferta educativa a través de móvil? ¿Cómo no ha estado la Fundación, aprendiendo y enseñando lo que hacemos?
«Tenemos grupos que son referencia internacional. Y no se sabe»
–Dados los antecedentes en universidades como la Rey Juan Carlos, ¿prevé unas elecciones muy sangrientas?
–Creo que no, ningún candidato tiene la sombra que tenía el rector de la URJC, que era triste, porque la imagen que tiene que dar la universidad no puede ser la de una persona que ha plagiado y por lo que parece de una manera tan escandalosa. Van a ser muy disputadas, aunque creo que las voy a ganar porque soy el mejor candidato.
–Siempre está la sombra de la politización en este tipo de elecciones.
–Hay dos candidatos muy políticos. Y luego tres candidatos que somos profesores de aquí. Nos diferenciamos en que los demás han tenido cargos a dedo con los rectores anteriores, han estado en los equipos que nos han traído a donde estamos, y yo no he tenido ningún cargo de ese tipo. Todo lo que he sido ha sido por cargos electos. ¡No lo habré hecho tan mal!
–La guerra de los plagios transmitió la imagen de que estas prácticas están a la orden del día en la universidad. ¿No cree que todo esto deterioró la imagen de estas instituciones?
–Hay un tema cultural en el plagio. Quien copia en un examen se enorgullece de haber copiado. Es el primer paso del plagio. No tenemos la cultura necesaria y acabamos citando mal las cosas. Puedes coger una idea, citarla correctamente y eso es legítimo. El problema es que al no tener esa cultura, la cogemos y tiramos sin más, no la referenciamos. Luego hay quien de toda la vida le ha echado mucha cara.
–Tiene bastante experiencia en universidades extranjeras. ¿Qué debemos aprender de lo que ha visto fuera?
–Estuve 15 meses en Stanford. Ésa es la universidad que quiero. Donde la investigación y la docencia están muy enfocadas a obtener resultados. Y es tremendamente flexible. Cierra y abre grados continuamente, con facilidad de adaptación a lo que la sociedad realmente está demandando, empresas o formación de otra naturaleza, es envidiable. Investigar de cara a tener resultados, ya sean de transferencia o para visibilidad, buscar ser referentes, no como en España, que se hace solo para sacar artículos (una de las mil perversiones del sistema español). Eso es lo que yo quiero. Por ahí va la idea de la fundación, hacer grupos y la idea de apoyar con becas o lo que necesiten a grupos de investigación que luego lo puedan devolver económicamente o con imagen para la UNED.
–¿Va a ganar las elecciones?
–Lo doy por descontado. Hay gente muy inteligente y lo tiene que tener muy claro. Va a ser complicado, pero si pasamos a segunda vuelta podemos ganar.
Joaquín Vidal