Lo que empezó como un mensaje en un foro interno de la Policía Nacional de Juanjo Fernández, agente del cuerpo jubilado, neuropsicólogo y fundador del proyecto, 'Ángeles Custodios', se ha convertido en una gran red de colaboradores que velan, de manera altruista, por el bienestar mental de todos los agentes del Instituto Armado y la Policía Nacional. «Todo surgió cuando en una página privada de Facebook ofrecí mis servicios como psicólogo para ayudar a cualquier compañero que lo necesitara de forma gratuita», afirma Fernández. Lo que no esperaba este policía, retirado forzosamente por una lesión en su pie, es que su teléfono comenzara a recibir más llamadas de gente ofreciendo su ayuda que de personas que la necesitaran. Al final, un mensaje se ha convertido en una red de compañeros que ayudan a otros compañeros. «Nadie mejor que tu pareja laboral para calibrar tu estado mental», señala Fernández.
Tras casi un año y medio de trabajo han ayudado a más de 60 agentes con problemas mentales. Ahora, están a sólo un paso de convertirse en una asociación bajo el nombre de 'Ángeles de azul y verde'. «Ya hemos comprobado que funciona con 'Ángeles Custodios' y por eso queremos ampliar nuestro auxilio a los compañeros de la Guardia Civil que tanto han padecido durante los últimos años». explica Fernández.
Ahora, Fernández ya no está solo en su lucha por salvar vidas. De hecho, alardea de contar con un equipo que ya supera las 40 personas, 12 de ellas psicólogos en activo y que son agentes del propio cuerpo de la Policía Nacional y la Guardia Civil. «Sólo hay una persona ajena a los cuerpos de Seguridad y es porque es de mi confianza y porque además no teníamos a nadie en esa zona», afirma el impulsor de la idea.
El objetivo principal de todas las personas que componen 'Ángeles de azul y verde' es velar por la salud mental de 140.000 funcionarios que forman parte de los cuerpos de Seguridad. Para ello, se basan en los principios de la Psicología Comunitaria, según la cual se aprovechan los recursos de la misma comunidad para un proyecto concreto, sin necesitar de ninguna organización ni administración para conseguir los fines del mismo. «Solo quiero demostrar que esto funciona y que lo copie quien quiera y quien lo necesite», afirma Fernández. De hecho, el dossier donde explica su forma de trabajar está bajo una licencia de 'creative commons'. O lo que es lo mismo, todo el mundo puede utilizar su método, siempre y cuando cite la fuente.
Nunca antes los guardias civiles ni los policías habían tenido tan fácil la posibilidad de pedir ayuda. A tan sólo un click, este es el gesto que puede salvar la vida de muchos agentes que día a día viven situaciones de estrés y que duermen con una pistola guardada en su mesilla de noche.
Nunca solos, siempre acompañados
Hasta la página de 'Ángeles de azul y verde' llegan muchos casos y todos ellos necesitan una atención especial. «En muchas ocasiones sólo viendo el muro de Facebook de la persona puedo intuir si la persona necesita ayuda», explica Fernández. Lo más importante es saber detectar el problema a tiempo. Según las estadísticas, el 90% de los suicidios se producen por trastornos psicológicos, pero lo que no relatan esos datos es que si estos problema fueran detectados a tiempo se salvarían muchas vidas. De hecho, hace pocas semanas varias asociaciones del Instituto Armado reclamaron al Ministerio del Interior una revisión del protocolo de antisuicidios.
«Nuestra función no es hacer terapia, sino ser un punto de apoyo y orientación en momentos en los que una persona no ve con claridad lo que le está pasando, ni las posibles soluciones», explica Fernández. Aunque las palabras del fundador derrochan humildad la realidad es que la labor de esta red de colaboradores va muchos más allá. De hecho, han llegado a crear grupos de Telegram con sus 'usuarios' para que en cualquier momento puedan reclamar ayuda si tienen una recaída. «Siempre están acompañados, si no contesta uno, contesta otro», afirma Fernández. Es más, si alguien está cerca del demandante de ayuda se acerca a preocuparse por su estado.
La gran mayoría de personas que solicitan la ayuda lo hacen a través de las redes sociales abiertas por 'Ángeles de azul y verde', aunque el 'boca a boca' también ha surgido efecto y hay muchos agentes que conocen a los miembros del proyecto y les reclaman auxilio directamente a ellos. «Los trastornos mentales están muy estigmatizados. Muchos de los agentes piensan que por ir a terapia van a aparecer en una base de datos de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, pero eso no es cierto», explican fuentes del proyecto.
Falta de financiación
Lo primero que hacen los 12 psicólogos que forman esta gran red de voluntarios es valorar y clasificar a las personas que solicitan su ayuda. Para eso han diferenciado tres niveles. En el primero encuadran a todos aquellos agentes que sufren algún tipo de dolor psicológico, ruptura sentimental, duelo por muerte de un amigo o familiar, problemas de conciliación laboral y familiar, etc… Pero que no desarrollan ningún tipo de trastorno. En el segundo se encuentran las personas con algún tipo de trastorno mental, ya sea previo a su ingreso en el Cuerpo o porque haya derivado hasta éste desde el nivel uno. En este caso se trata de derivar a la persona a los servicios de atención psicológica convenidos. Y por último, se encuentra el nivel tres donde los usuarios entran en la llamada visión de túnel, comenzando a entrar en bucle con pensamientos autodestructivos. «El suicidio es sólo la punta del 'iceberg'», explica Fernández.
Aunque encomiable, esta labor altruista podría tener fecha de caducidad si no encuentran el apoyo de las administraciones. «Queremos convertirnos en una asociación para poder tener mayores recursos económicos y llegar así a más gente», relatan desde 'Ángeles de azul y verde'. De hecho, Juanjo Fernández, el fundador del proyecto, sólo ha perdido dinero con todo esto. También afirman estar abiertos a la colaboración de cualquier sindicato policial, Ministerio del Interior u otras fundaciones y asociaciones.
Por último, reclaman un Servicio de Salud Mental independiente porque el que ya existe está integrado dentro de las Jefaturas de ambos cuerpos de Seguridad. Por este motivo solicitan que este departamento sea algo ajeno al organigrama de la Guardia Civil y la Policía Nacional y que sólo dependa de la Secretaría de Estado de la Seguridad. «Mejoraríamos en imparcialidad», sentencia Fernández.
Carlos Lospitao