La Cámara Baja ha acogido un acto para conmemorar que hace sesenta años los líderes de seis países firmaron el Tratado de Roma, que sentó las bases de lo que hoy es la Unión Europea. La ceremonia, presidida por la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, ha permitido reflexionar sobre el estado de la Unión y el futuro del proceso de integración.
Entre los participantes que han analizado las consecuencias de los Tratados de Roma se encontraban Alfonso Dastis, Ministro de Asuntos Exteriores; Miguel Arias Cañete, Comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía; Ramón Luis Valcárcel, Vicepresidente del Parlamento Europeo; y Stefano Sannino. Embajador de Italia en España. En el acto han intervenido también una estudiante de Erasmus, Teresa Udaondo, quién ha ofrecido su testimonio y los ganadores de los concursos para “la mejor redacción” y “los mejores tuits sobre Europa”, organizados por la Escuela Italiana de Madrid para estudiantes de secundaria.
Intervenciones
Ana Pastor, ha iniciado su intervención expresando su «más enérgica condena» de los actos terroristas acaecidos este miércoles en Londres y la solidaridad con las víctimas, las familias, así como con todo el pueblo británico y todas sus instituciones. Pastor ha subrayado que “nuestro compromiso con la libertad se hace mas patente con estas circunstancias, al margen de cualquier frontera no podemos sino sentirnos aludidos e interperlados a unos sucesos que han tenido lugar ante el parlamento británico, que representa la democracia y la defensa de los derechos y las libertades”.
Tras la apertura, ha tomado la palabra el embajador de Italia en España, Sannino ha advertido de que las críticas que desde los Estados se dirigen a Bruselas como entidad abstracta “han contribuido a crear un relato negativo sobre Europa”. Y ha reconocido que la UE ha de dar respuesta a las demandas de sus ciudadanos, pero para hacerlo, ha resaltado, hay que recuperar la confianza en el hecho de que “sólo actuando en común”, sólo “recuperando el espíritu de integración” se pueden alcanzar los resultados buscados.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, también ha participado en esta conmemoración, en la que ha dicho que la UE «es una historia de éxito y ha permitido que Europa viva el mayor periodo de paz y prosperidad» y ha apostado por trabajar por un futuro en el que la Unión «vuelva a ser lo que fue».Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía, se ha referido también a la «crisis existencial» de la UE y a su «fragmentación», así como a la necesidad de buscar nuevas respuestas para determinar «cuál es la próxima etapa». El vicepresidente del Parlamento Europeo, Ramón Luis Valcárcel, ha enumerado algunos de los logros de la UE en estos 60 años de historia y ha subrayado la importancia de que los europeístas «reaccionen con vigor ante las críticas al proyecto europeo».
La Europa que supera las crisis
La nación, la frontera y la soberanía. el Brexit, el populismo, las viejas izquierdas y ls viejas derechas se unen contra el proyecto europeo, en un contexto de ausencia de liderazgo. Sin embargo, la vieja cultura europeísta tiene un alto grado de confianza: la Unión lleva sesenta años superando crisis.
«Europa estará en crisis y será la suma de las respuestas a la crisis” lo dijo Monnet uno de los padres de Europa, veintiséis años después de que Robert Schuman abogara por la reconciliación franco-alemana el 9 de mayo de 1950.
Cuarenta años más tarde de la aseveración de Monnet, nunca ha sido tan cierta la crisis de la Unión Europea. Pero, que las generaciones escépticas lo sepan: Europa siempre ha crecido superando crisis.
Desde que Francia enterró la defensa europea
No hay ejército europeo porque en 1954, Francia cerró tal posibilidad, a pesar de los deseos alemanes y norteamericanos en plena guerra fría. René Pleven, Presidente del Consejo, bajo la dirección de Jean Monnet y Robert Schuman, propuso en octubre de 1950 la creación de un «ejército europeo vinculado a las instituciones políticas de una Europa unida». Francia se negó.
El problema Inglés
Inglaterra creó ya hace sesenta años una crisis constituyente. El Reino Unido se negó a participar en las negociaciones del tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmado en 1951 y en las discusiones que condujeron a la fundación del Mercado Común. Nueve años después de la fundación (1957), Inglaterra solicitó el ingreso, que fue vetado por dos veces por De Gaulle. Inglaterra logró su ingreso en 1973, ratificado por referéndum en 1975.
La silla vacía de De Gaulle
Esta es probablemente una de las más espectaculares crisis europeas: el 1 de julio de 1965, el General de Gaulle prohíbe a ministros y funcionarios franceses sentarse en Bruselas. La política de la silla vacía, una retirada de facto de Francia, debido a una “escandalosa” propuesta; que la CEE disponga de recursos propios y reflexionaba sobre una mayoría cualificada. La crisis finaliza en 1966.
La lentitud de los setenta y el empuje de los ochenta
Pero las consecuencias para la CEE fueron duras, no fue hasta el año 1985 con el nombramiento de Jacques Delors al frente de la Comisión, seguida de la aprobación del Acta Única en 1986, cuando se incluyó el voto de la mayoría cualificada y se concedieron poderes al Parlamento,
Thatcher wants his money back
En 1979, la Dama de Hierro, Margaret Thatcher fue elegida Presidenta de Gobierno del que era, en el momento, uno de los países más pobres de Europa. El FMI acababa de evitar la quiebra del Reino Unido. Su obsesión, la contribución británica al presupuesto de la UE. La CEE, ya paralizada por la unanimidad, se hunde en una crisis presupuestaria permanente hasta que en junio de 1984 que François Mitterrand, Presidente de la República Francesa, encuentra la solución del «cheque» británico, es decir unos descuentos permanentes. de dos tercios de su contribución neta.
Los referéndum y los estancamientos.
No había habido referendos negativos en la historia de la Unión hasta 1972. Entonces, los noruegos rechazan a unirse a la CEE, En 1982, Groenlandia también decidió retirarse de la CEE. El 2 de junio de 1992 los daneses votaron «no» al Tratado de Maastricht, que bloquea la entrada en vigor de un texto que crea, entre otros, la moneda única. François Mitterand gana el sí, por poco, en septiembre de 1992.
La crisis del sistema monetario europeo
Una crisis monetaria grave estalla en 1992 y deja Europa al borde del colapso y la sumerge en una recesión severa. Europa resolvió la situación de Dinamarca concediendo una exención sobre la moneda, la seguridad interna, la ciudadanía europea y la política de asilo y la inmigración basado en el modelo británico. De esta crisis nace la voluntad y el diseño de la moneda única.
Los referéndum del estancamiento
Se inicia el descrédito de los sistemas políticos. Irlanda rechaza el Tratado de Lisboa en 2008 y Francia también lo rechaza (España y Luxemburgo votaron sí). El daño fue reparado por el Tratado de Lisboa de 2009, pero ancló la idea de que Francia se ha convertido en euroescéptica y el aumentó la desconfianza de Alemania.
Sin embargo, los votos negativos siguen siendo una minoría en relación con el conjunto de referendos positivos: Irlanda ha votado no al Tratado de Niza (2001) y Lisboa (2008) antes de aprobarlos después de concesiones, Suecia rechazó la moneda única (2003), Dinamarca se negó a levantar su opción de exclusión en 2015, y Holanda se opuso a la ratificación del acuerdo de Asociación con Ucrania en abril.
Europa salió de la crisis institucional pero generó la idea de una revuelta popular en contra de la integración de la comunidad. El Brexit refuerza esta sensación de una Europa deslegitimada.
La crisis de las vacas locas
Con Jacques Delors, presidente entre 1985 y 1995, la Comisión tuvo su apogeo. El caso de la enfermedad de las vacas locas, que estalló en 1996, firma su canto del cisne
Mientras que el pánico por la enfermedad nacida en Inglaterra es total y la mayoría de los Estados miembros han establecido un embargo a la carne británica, la Comisión tarda semanas en dar una respuesta debido a las presiones británicas, que aducen falsos informes científicos. El fracaso en salud pública será determinante-
La austeridad letal
El fracaso de las respuestas a la crisis económica, la gestión de la crisis griega, la persistencia de los paises del norte en políticas contractivas se han sumado a la crisis migratoria en un contesto de falta de liderazgo. Esa es la siguiente crisis que la Unión debe superar.
Beatriz Jimenez / Miguel de la Balsa