«Quiero que volvamos a ganar, a las victorias de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero». Susana Díaz se ha presentado por fin ante los suyos para dejar claras sus intenciones: ganar con los valores históricos del socialismo y recuperar la ilusión de un partido autónomo. “Somos el PSOE, el de siempre, el de ahora y el del futuro”, ha repetido en varias ocasiones la líder andaluza en un discurso en permanente ‘in crescendo’ que ha enardecido a sus seguidores, ávidos del paso de la líder andaluza tras varios meses de incertidumbre en el PSOE. Y no les ha decepcionado.
«Tengo el orgullo, el honor de anunciar mi candidatura a la secretaría general del PSOE», ha dicho entre los vítores de miles de seguidores personas -9.000, según las cuentas de la organización. «¡Como para que no lo dijera!», ha bromeado ante todos los socialistas con poder –pasado o presente- que ha congregado este domingo en IFEMA.
Estaban todos. La estrategia de Díaz pasa por congregar a los expresidentes del Gobierno socialista Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, varios de sus exministros –con su mentor Alfonso Guerra a la cabeza-, casi todos los ‘barones’ y cargos medios e intermedios de toda España. Las viejas estructuras socialistas y casi todas las nuevas han arropado a Díaz, por encima de enfrentamientos y falta de afinidades que no se han ocultado en la alfombra roja central del Pabellón de IFEMA en los minutos de tensa espera antes de la llegada de la recién anunciada candidata.
La andaluza se ha apoyado en los logros históricos del socialismo como trampolín para luchar contra los “tres grandes desafíos” que tiene el socialismo: desigualdad y la pobreza; los extremismos y los nacionalismos. Díaz ha clamado por la recuperación de la sanidad, la educación y el impulso a un “cambio federal” para solucionar el embrollo catalán, un punto reforzado por el alcalde de Cornellá, Antonio Balmón, que ha presentado a la líder andaluza. “Ser socialista es mi manera de amar a España”, se ha reivindicado, a la vez que mostraba su “orgullo” de ser andaluza y de su acento, una respuesta velada a las bromas del sector ‘sanchista’ que incendiaron medios y redes. “Me presento para que se oiga la voz de todos los territorios, para que suene la riqueza de todos los acentos. Una España plural”, ha dicho.
Plural, pero sin mezclas. Díaz ha reivindicado al PSOE como sin necesidad de “proyectos compartidos”. “Más allá de la izquierda del PSOE no hay ninguna otra izquierda transformadora”, ha presumido Díaz, que desecha por completo cualquier pacto. “Si tenemos la confianza del PSOE, el PSOE seguirá teniendo un proyecto autónomo. Una cosa es pactar y otra es copiar el modelo de otro”, ha recriminado Díaz a Pedro Sánchez, que ha postulado la idea de crear un frente de izquierdas con otros partidos.
Simbolismo histórico de cara a las primarias
La puesta de largo de Díaz estaba cargada de simbolismo, sobre todo en quienes la acompañaban. Ha llevado a sus mentores, a sus predecesores y a los presidentes autonómicos –excepto a Javier Fernández, a quien ha encumbrado, y Francina Armengol, ex ‘sanchista’ que apoya ahora a Patxi López. “Es un honor que hombres y mujeres que han escrito las mejores páginas del socialismo en este país me acompañen”, ha dicho Díaz, que ha elegido a Matilde Fernández, la primera mujer en ocupar un Ministerio en España, en un intento de paralelismo de acercarse a quienes consiguieron romper barreras en democracia.
De todos ha elogiado obra y milagros, especialmente de Felipe González y Zapatero, que escuchaba entregado con una sonrisa de ilusión. El expresidente estaba “entregado”, según un militante que ha acudido al pistoletazo de salida de la campaña de Díaz.
Sin embargo, Díaz ha querido dar el toque de renovación a ese socialismo histórico -que no ha terminado de cuajar en las redes sociales, que han ardido con el retrato de los pesos históricos socialistas para hablar con ironía de la renovación. La primera que ha intervenido en el acto ha sido la joven socialista cántabra Estela Goikoetxea, en el intento de mostrar el apoyo de los jóvenes a la líder andaluza.
También ha intentado Díaz mostrar su faceta de «coser» y ha elegido al diputado Eduardo Madina para que le hiciera la presentación. “Este es mi sitio”, decía Madina, a quien Díaz no facilitó alcanzar la secretaría general hace apenas un par de años. “Es un nuevo comienzo para la historia del PSOE”, ha dicho Madina, que ha pedido reconciliación.
Con la tercera candidata al frente arranca la campaña a las primarias del PSOE, un proceso que se prevé duro pero, también en eso, Díaz ha querido marcar las diferencias con Pedro Sánchez, que celebraba un acto a la misma hora en Valencia. “Os pido que habléis bien de todos los compañeros y compañeras”, ha reclamado, al tiempo que pedía “respeto a las personas, a la inteligencia y a la verdad”.
Los de Díaz han acabado más que satisfechos con su presentación, pero saben que queda un largo camino por recorrer. No habrá problema ninguno con los avales necesarios para presentar la candidatura, pero “vamos a tener que pelear cada voto”, explicaba un dirigente socialista afín a este diario. El gran baño de Madrid no evitará que la líder andaluza tenga que luchar por conseguir el favor de la militancia que, según varios socialistas, aún no están en su órbita.
Paula Pérez Cava