La coalición Unidos Podemos terminó su campaña electoral de junio del año pasado con una deuda total de 566.165.07 euros. Además, recurrió a la utilización de una cuenta corriente no electoral, incumpliendo así la Ley Electoral General (LOREG), según consta en el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas (TC), fechado el 10 de Abril.
Además, tanto Unidos Podemos como otros seis grupos políticos (Ciudadanos, CC, Compromís, CDC, En Marea y UPN) realizaron diferentes pagos fuera de plazo, pues también según la LOREG, los partidos tienen 90 días posteriores a la jornada electoral para hacer pagos.
En las elecciones generales de junio de 2016, los partidos políticos destinaron 45,03 millones de euros en la campaña, un 28% menos que en los comicios anteriores de diciembre de 2015. De la suma total que las 18 agrupaciones políticas se gastaron en sus respectivas campañas, casi 12 millones de euros provenían de aportaciones privadas.
El partido que dio mayor rienda suelta a su inversión en campaña, por importe de 7,2 millones de euros, fue el PSOE, que también según el Tribunal de cuentas, no cometió ninguna irregularidad, al contrario que el PSC, con casi 12.000 euros no reconocidos como gasto electoral.
Por su parte, al PP no se le aprueban 59.926 euros, mientras que la formación de Albert Rivera, además de desobedecer la orden del pago en el plazo indicado, asume un cargo de 12.723 euros en cuentas no electorales.
Dentro de los datos recogidos y analizados por el TC, llama la atención el curioso caso de los 4.000 euros en magdalenas y horchata que los valencianos de Compromís intentaron justificar como gasto electoral y que el TC no aceptó.
Marta de la Fuente