Esta vez no llego a consumarse un nuevo caso de violencia de género pero sí hubo que lamentar una víctima. En este caso se trató del propio exmarido de la pareja, que, esta vez sin quererlo, se pegó él mismo un tiro en su cuerpo que terminó causándole la muerte.
Se trata de un hombre que se había atrincherado en casa de su expareja en Cangas (Pontevedra) a última hora de ayer, y que falleció esta madrugada tras dispararse en un hombro con una escopeta de caza, según han informado fuentes familiares.
El hombre forzó la entrada en casa de su expareja y ésta pudo huir y refugiarse en el cuartelillo de la Guardia Civil, adonde había ido para alertar de lo sucedido, y el sujeto en cuestión, al llegar al domicilio unidades de la Benemérita, se negó a abandonar la vivienda y tras varias horas finalmente se disparó en un hombro.
Pese a que fue trasladado de inmediato a un centro hospitalario, al final la gravedad de la herida y, sobre todo, el haber perdido tanta sangre, impidieron que se pudiera hacer nada por su vida.
Al lugar acudieron patrullas de la Policía Local, la Guardia Civil y efectivos de Protección Civil.