El exsecretario general socialista Pedro Sánchez, candidato a volver a ocupar ese cargo en las primarias del 21 de mayo, ha prometido este domingo que si gana reformará los estatutos del partido para someter obligatoriamente al voto de la militancia los posibles pactos o decisiones poselectorales con otros partidos.
En un mitin bajo un sofocante calor en Murcia, ha sostenido que eso es lo que hacía el Pablo Iglesias, fundador de su partido, a principios del siglo XX antes de llegar a acuerdos con otras formaciones políticas republicanas. «No queremos salvar al PSOE de sus militantes, sino de la abstención al PP» que permitió que gobernara Mariano Rajoy, pues «fue un error» y no es «pareciéndose a la derecha ni uniéndose a ella cómo el socialista será un partido ganador», ha dicho sin nombrarla a la presidenta andaluza, Susana Díaz, su contrincante en las primarias, a la que le gusta utilizar esa última expresión.
También, sin nombrarlos, se ha referido a los expresidentes socialistas del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, «ilustres compañeros» que apoyan la candidatura andaluza. «Si tuvieran 35 años menos, apoyarían la nuestra, porque estamos defendiendo lo mismo que ellos entonces: un partido socialista de izquierdas y participativo, sin miedo al futuro tras haber conquistado el pasado, sin ejercicios de nostalgia», ha dicho. En este sentido, Sánchez ha apelado a la «responsabilidad histórica» con los padres y los abuelos para movilizar el voto de la militancia hacia su candidatura, aunque haya avalado a otras «para que las generaciones futuras sigan votando a un PSOE que transforme la realidad social española».
En su discurso, se ha apoyado en distintas citas, entre ellas la del expresidente del PSOE, Ramón Rubial, sobre que quería una organización en la que los militantes se sintieran tan importantes como sus dirigentes y la del excanciller socialdemócrata de la extinta República Federal de Alemania, Willy Brandt, cuando sostuvo que los que se aferran al pasado no liderarán el futuro. Siguiendo esta línea, Sánchez ha exhortado a que el episodio que protagonizó sea el último en el que «un secretario general tenga que dimitir por cumplir con la palabra dada» de no facilitar el Gobierno al PP.
«Hemos recorrido un camino con un otoño muy duro, un invierno aún más largo en el que me preguntaban que si no me había presentado muy pronto y les respondía que, si no, habrían puesto las primarias muy tarde. Porque un PSOE sin líder solo beneficia a Rajoy, pero estamos en primavera y os pido que con nuestro voto hagamos renacer al PSOE», ha concluido.
Mientras tanto, la candidata a la Secretaria General del PSOE, Susana Díaz, ha pedido en Zaragoza un proceso de primarias «en positivo», pensando en los ciudadanos y «hablando bien de todos los compañeros» para unir al partido y que vuelva a ser la alternativa de gobierno.
En una breve declaración a los medios, la andaluza ha reiterado que no va pedir el voto a ninguno de los otros dos candidatos, Pedro Sánchez y Patxi López, y que si tiene la confianza de la mayoría pedirá a los dos que le ayuden «a hacer más grande el PSOE». Ha asegurado que a medida que avanza la campaña crecen sus «ganas e ilusión» y ha pedido el apoyo a su candidatura para levantar al PSOE y devolverle «la moral de victoria», porque el partido ha llegado a donde está porque el PP, en su etapa mas baja y difícil, le ha dado «la mayor derrota electoral», dejándolo primero en 90 escaños y después en 85.
Díaz ha hecho hincapié en que ni quiere ni pretende ser la mejor, pero sí estar rodeada de los mejores para «conducir este buque a buen puerto para conducir un país». Además, se ha mostrado orgullosa de presidentes como Lambán, y por tanto de las políticas de igualdad y reconstrucción de un territorio que necesitaba sensibilidad y compromiso, igual que se siente orgullosa de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, «los dos mejores presidentes» que ha tenido España.
Díaz ha insistido en que el PSOE tiene que transmitir qué quiere hacer con el país, lo primero ganar a Mariano Rajoy para tener la posibilidad de mejorar la vida de la gente con un proyecto de inversiones e infraestructuras, económico y productivo que garantice un desarrollo sostenible. Así, ha asegurado que lo primero que pedirá a Rajoy si gana es que elabore un régimen jurídico estable que permita que la central térmica de Andorra siga abierta, y si es presidenta del país, acudirá a Bruselas a defenderlo para que se mantenga el empleo y la calidad de vida de municipios que lo merecen.
EFE