«Tu problema no soy yo. Tu problema eres tú». Susana Díaz ha condensado en una frase su principal argumento contra Pedro Sánchez en el debate 'a tres', que se ha centrado en el choque directo entre los dos candidatos con más opciones a alcanzar la secretaría general del PSOE, con una alta agresividad entre la presidenta andaluza y el ex secretario general, que no han aportado novedades a sus planteamientos en el 'cara a cara'.
Los continuos «bandazos» de Sánchez al frente de la secretaría general han sido el arma más utilizada por Díaz, que ha criticado con dureza los cambios de opinión del ex secretario general «según el día de la semana o la comunidad» en la que se encontrara. «No digo que seas voluble, sino que vas cambiando de opinión sobre lo que te va viniendo bien«, le ha espetado Díaz a Sánchez.
Sánchez, por su parte, ha llevado como bandera el «error de la abstención» que ha permitido al PP gobernar y, a nivel interno, ha acudido a su destitución como secretario general para reivindicar un modelo de partido con más participación de la militancia.
El tercero en discordia, Patxi López, se ha hecho un hueco entre ambos con la insistente petición de buscar la unidad y dejar las luchas intestinas. Pero no ha conseguido que sus propuestas centraran el debate, aunque también ha repartido ataques tanto a Díaz, como a Sánchez, que le ha pedido que sumen fuerzas, esta vez cara a cara.
El choque personal ha hecho que las propuestas de los candidatos en el ámbito político, económico y de partido -los bloques en los que se dividía el debate moderado por Carmen del Riego- queden diluidas, aunque la declaración de intenciones de cada uno de los candidatos si llegan al poder, ha sido un resumen de su estrategia.
López dicho que «lo primero» que haría al llegar a la secretaría general es llamar a sus oponentes, en línea con la idea de «unidad» que ha pedido de principio a fin de sus intervenciones. Sánchez, por su parte, ha asegurado que «la primera medida» que llevará a cabo si llega a liderar el partido será «exigir la dimisión de Rajoy«, de acuerdo a su cerrada crítica de la abstención que ha permitido llevar al poder al líder del Partido Popular.
Sin embargo, Susana Díaz se ha fijado un objetivo en clave interna. «Si el PSOE no remonta electoralmente, me marcharé sin hacer ruido y sin fracturar el partido«, una declaración de intenciones novedosa en el argumentario de la candidata, que incluye, también la crítica a las formas del ex secretario general a quien acusa de la situación actual de la formación socialista.
Ataques por varios frentes
Díaz ha insistido en que «todos queremos ganar, pero no todos lo conseguimos» y ha reprochado a Sánchez en varias ocasiones que cosechó los «peores resultados de la historia del PSOE». «Estamos aquí porque conseguimos 85 escaños», ha repetido varias veces también la candidata andaluza, que ha recordado al ex secretario general que se ha quedado solo respecto al apoyo que tenía cuando era secretario general.
Pero los reproches de Susana Díaz han ido en varias direcciones: desde la inclusión de Irene Lozano en las listas al Congreso por Madrid, -cuando había «mujeres en el PSOE con más cualificación»- hasta la colocación de «una urna detrás de una cortina«, en referencia al desarrollo de los acontecimientos del Comité Federal del 1 de octubre, en el que Sánchez dimitió con secretario general.
De hecho, ese Comité Federal ha sido uno de las ideas fuerza que ha recuperado Sánchez para defender que sea la militancia quien quite al secretario general que previamente le eligió, tras lo que pasó ese 1 de octubre. Sánchez ha acusado a Díaz de hacer «dimitir a la mitad más uno» de varias ejecutivas en Andalucía -ha citado 32-, el mismo método que, según él, se utilizó para hacerle caer como secretario general, para «derrocarle», en palabras del presidente de la Gestora, Javier Fernández, que Sánchez ha recuperado.
Díaz, por su parte, ha defendido su respeto por «lo que eligen los militantes». «Estoy convencida de que cuando hablas de un partido más horizontal también recuerdes a Tomás Gómez, que fue elegido por los militantes», del mismo modo que los órganos del partido en Madrid que «fueron disueltos por una encuesta». La presidenta andaluza le ha reprochado también que «nunca he cambiado una lista votada por los militantes» y le ha recordado los casos en los que Sánchez sí lo hizo como secretario general.
López vuelve a rechazar el ofrecimiento de Sánchez
Pedro Sánchez ha pedido a Patxi López, esta vez frente a frente, que unan sus fuerzas, dadas las coincidencias de muchos aspectos de su programa. «Es tu proyecto, es nuestro proyecto. De los que defendimos no a la abstención», le ha dicho Sánchez a López. «Respeto que llegues hasta el 21 de mayo, pero que sepas compañero, que este proyecto es nuestro proyecto y que tus propuestas están incluidas», ha insistido.
Pero López ha insistido en luchar por su papel en la contienda y ha bromeado en su respuesta. «Me parece muy bien que si no tenías ideas cogieras las de mi candidatura», le ha dicho a Sánchez. «Son las ideas que he defendido siempre», ha sentenciado, pese a que ha reconocido que la «abstención fue un error», con lo que ha vuelto a situarse en el punto intermedio entre los dos candidatos, a quienes ha dirigido varios ataques.
En la primera parte, López se ha centrado en las críticas a Sánchez, aunque también ha tenido ataques directos a Susana. «El PSOE necesita atención 25 hora, un secretario general a jornada completa», le ha dicho a Díaz.
«Nación de naciones»
Uno de los aspectos que ha tenido un gran peso la definición de «nación de naciones», un término llevado al debate público por Pedro Sánchez y por el que sus dos oponentes le han atacado. Los tres candidatos coinciden en que el PSOE defiende un sistema federal para España pero Susana Díaz ha insistido en que defenderá la «Declaración de Granada» de los socialistas frente al «imaginativo» concepto de Sánchez, «la nación de naciones culturales».
En mitad del barullo por la definición territorial del modelo del PSOE, López le ha llegado a preguntar a Sánchez, como si de un examen se tratara: «¿Qué es una nación?», ante lo que Sánchez ha titubeado mientras López insistía en quitar hierro a ese enfrentamiento. «¿Este es el debate? ¿O lo es el modelo de estado?», se ha preguntado y ha aclarado sus intenciones. «Yo quiero ceder soberanía a Europa», ha sentenciado.
«Quitarnos los complejos»
En el bloque económico, los tres candidatos han coincidido en la derogación de la reforma laboral del gobierno del PP, aunque ha sido Patxi López el que ha pedido a los socialistas quitarse «los complejos» y «recuperar el poder de la política» para «derribar los dogmas de fe que nos ha impuesto la derecha neoliberal», una terminología similar a la que utiliza Sánchez en sus mítines, pero que no ha introducido en el debate con sus compañeros. «Un socialista no se puede resignar» a que la economía funcione solo con las «reglas del mercado», ha dicho y ha propuesto poner en marcha «un estado emprendedor».
Paula Pérez Cava